Columna


Las cuentas no dan

EDUARDO VERANO DE LA ROSA

27 de agosto de 2014 12:02 AM

El presidente Santos dijo que la educación es un eje de su gobierno y que dispondrá de $28,9 billones. Así se supera, por primera vez, el gasto en Defensa, ¿pero basta para la educación con la calidad que necesita el país? Por lo que vemos, no habrá recursos para calidad. El funcionamiento de la infraestructura de educación requiere $27 billones y si le adicionamos $1 billón 400 mil de primera infancia, becas y alimentación escolar, solo quedan $437 mil millones para mejorar la calidad, y no alcanzan.

La sola calidad requeriría $3 billones adicionales par una educación masificada con todos los requerimientos de investigación, docencia y extensión. Las transferencias a la educación las reglamenta la ley 715 del 2001, la ley 30 de 1992, que hay que reformar para concretar recursos suficientes para calidad. En investigación es muy poco lo que hace Colombia. Mientras en Chile se escriben más de 3 mil artículos científicos por cada millón de habitantes, en México 2 mil y en Brasil 1700, en Colombia sólo se publican 470. La tarea es que la calidad sea lo más importante para que inspire a nuestras instituciones académicas.

Hay que garantizar el acceso a sistemas de educación modernos y avanzados, y también la permanencia de los estudiantes en el sistema, para lo cual se requiere medir los resultados en calidad.

Para superarnos en las pruebas Saber y Pisa necesitamos un sistema educativo enfocado más en aprendizaje que enseñanza, que le garantice al docente la formación continua. La educación moderna tiene que motivar al estudiante con retroalimentación de su desempeño y que sus comunidades estimulen un rol más activo en su aprendizaje al comprometerlos en sus procesos. Son retos nuevos que tiene la educación: más aprendizaje, menos instrucción.

La nueva “sociedad del conocimiento” puso al sistema educativo a estimular cambios para enseñar a pensar críticamente. Su fundamento es un mayor reconocimiento de la ciencia y la tecnología como base del desarrollo.

La educación moderna requieren más lectura crítica, más capacidad para identificar y resolver problemas, más habilidades para las relaciones e interconexiones entre conceptos y textos. Este nuevo enfoque requiere la inversión adicional que defendemos. Los recursos asignados no promoverán un cambio sustancial en la calidad.

El presupuesto del Ministerio de Educación en Colombia cae como porcentaje del PIB: hace tres años la educación era el 3.58% del PIB y este año es el 3.52%. Comparado con el 8,7% que dedica Dinamarca, el 7,7% de Islandia, el 7,6% de Corea del Sur o el 7,3% de los Estados Unidos, vemos que en Colombia hay que hacer un esfuerzo para llevar más recursos a la calidad de la educación. Lo demás es sólo discurso.

ginaaaron2810@gmail.com

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