Columna


Las Fiestas de noviembre, ¿qué son?

MARÍA VICTORIA GARCÍA AZUERO

12 de diciembre de 2016 12:00 AM

El reinado de belleza fue idea de Ernesto Carlos el “Bebé” Martelo, e implementado por “Vicentico” Martínez en 1934. Eran hombres cívicos, soñando con catapultar a Cartagena turísticamente hacia el mundo. De ahí nacen muchas cosas: el Hotel Caribe, remoción de casas alrededor del Fuerte San Felipe, el Terminal Marítimo, el aeropuerto de Crespo, Botas Viejas, etc. Ambos fueron alcaldes, y muy emprendedores.

La primera fiesta de la pre-independencia se celebró el 14 de junio de 1810. ¡Óigase bien!  Hace 216 añitos ...En la casa de don José María García de Toledo, en la Calle de don Sancho. La fiesta duró tres días con sus noches y le decían la “Fiesta kilométrica”. Los vecinos y amigos se aseguraron de que no faltara comida y licores para atender a toda la gente que entraba y salía de su casa sin distingos de clase. En toda la ciudad se celebró de igual manera, según Eduardo Lemaitre, en su Historia General de Cartagena, tomo III, Independencia.

Luego de la gesta independentista, hacia mediados de la década de 1820, y medio recuperados los cartageneros del sacrificio tan enorme de la reconquista, celebran el triunfo de la libertad. Recordando la famosa “Fiesta kilométrica”, los cartageneros comienzan los festejos mirando hacia el futuro.

Salen carrozas tiradas por caballos, con alegorías a símbolos patrios, alegrías, amores, vida, esperanza. Luego las reinas adornan las carrozas. Los disfraces eran el gozo mayor de los cartageneros y había bailes en todas las casas, calles, plazas, parques. El Bando, emanado del alcalde, decretaba tres días con sus noches de fiestas, y a no trabajar.
Nosotros conocimos los capuchones, los tiritos, los triquitraques, los buscapiés, las casetas, las comparsas con todo el mundo disfrazado en el Camellón de los Mártires, Parque de la Marina, Ciudad de Hierro, Circo, con orquestas famosas, etc.

Es lo que celebramos el 11 de noviembre: un agradecimiento a nuestros antepasados, quienes ofrecieron todo: vida, fortuna si la tenían, sacrificando esposas, hijos, abuelos y sus familias, por nuestra libertad.
Las reinas fueron un pretexto para atraer el turismo a Cartagena. Fue buenísimo, logró su cometido.

Ahora podemos disfrutar los festejos como queramos. Eso lo deciden nuestros jóvenes. Los viejos vamos de salida. Y dentro de 100 años, alguien escribirá: se acuerdan cuando...

No olvidemos a nuestra muy querida y admirada Tera Pizarro de Angulo y a Raimundo Angulo. Gracias a ambos, el mundo conoció a Cartagena de Indias. Tres gigantes cartageneros y una dama grande, emprendedora, con igual cantidad de amor a su tierra.


 

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