Columna


Lo políticamente correcto: #yo soy Cabal

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

22 de noviembre de 2015 12:00 AM

Suelo tener diferencias con María Fernanda Cabal, pero mucha identificación ideológica, y lo ratifico a riesgo de ser matoneado por quienes pretenden erigirse en catones severos, para definir desde sus atalayas de formadores de opinión, qué es políticamente correcto o incorrecto, o quién debe ser aplaudido o vapuleado desde su cómoda posición en los medios.

Sobra aclarar que no es mi intención asumir su defensa como esposo, “que ella baila sola”, como dice un viejo porro de Los Corraleros; y a propósito, paz en la tumba del maestro Calixto Ochoa. Quiero, más bien, acompañar una posición que comparto, la misma que acompañaron cientos de miles de colombianos en las redes sociales, como pude comprobarlo, mientras unos pocos lapidaban sus trinos y -lo que es paradójico-, algunos empleaban en ello una fiereza y grosería inusitadas.

Vladdo no encontró mejor tema para opinar que insultar a una Representante a la Cámara y burlarse de ella solo porque le parecieron políticamente incorrectas las comparaciones entre el drama francés frente a un terrorismo al que no estaban acostumbrados, y el colombiano a medio siglo de terrorismo al que terminamos acostumbrándonos.

Lo invito a que les pregunte a los sobrevivientes y a los familiares de las 36 víctimas de El Nogal, o a los de los 12 hombres que custodiaban unas urnas en Güicán cuando fueron asesinados por el ELN; a los deudos de las 119 víctimas de Bojayá, o a los de los 11 militares asesinados en Timba, o a cualquiera de las víctimas de las Farc, si el terror o el dolor por la muerte de los suyos es diferente al de las víctimas de París y al pueblo francés.

Cuando el Gobierno reanudó los bombardeos después de la masacre de Timba, la respuesta de las Farc no fue de diálogo sino de extorsión terrorista a la mesa, con el ataque aleve a la infraestructura energética, con daños irreparables a la naturaleza y miles de víctimas. La diferencia es que el mundo no llora a nuestros muertos; solo nosotros.

La representante Cabal nunca se refirió a las víctimas de París, y menos para burlarse, porque pocas personas, como ella, han trabajado de cerca con víctimas de la violencia. Nadie sensato es enemigo de la paz, ni de la negociación, pero millones dudan de la voluntad de quienes usan el terror para imponer sus posiciones sobre el desarrollo rural que ellos mismos han impedido, la política contra el narcotráfico que se resisten a abandonar, y la reparación a las víctimas que ellos mismos causaron.

Es inaceptable la censura y menos cuando proviene de quien vive de la burla y la ironía, con reconocida gracia -es cierto-, pero también con irrespeto cuando son personas o temas que no se ajustan a su interpretación de lo políticamente correcto. Pero el problema no es Vladdo; preocupa la ceguera frente a una opinión -esa sí pública, espontánea y masiva- que subyace dinámica y sin cortapisas en las redes, en contravía de la construida en los medios con la arrogancia de sus “formadores”, cuando no al servicio de todo tipo de intereses. Son dos Colombias opinando sin escucharse.

*Presidente Ejecutivo de Fedegán


@jflafaurie

 

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