El movimiento de carga en Colombia presenta una distribución muy desigual entre sus distintos modos de transporte. En 2013, el 73% del movimiento total se realizó por las carreteras del país. Además de su elevada concentración en un único modo de transporte, varios estudios han señalado preocupación por los elevados costos de la modalidad terrestre y su impacto en la competitividad de los productos nacionales. Esta es una realidad que debe ser revisada si el país quiere alcanzar mayores niveles de competitividad en un mundo globalizado y, además, lograr precios más competitivos en el mercado doméstico que representen un mayor beneficio a los consumidores colombianos.
Para tener una dimensión de lo que implican los costos del transporte carretero en el país, se podrían citar algunas investigaciones que evalúan el impacto de dichos costos. Por ejemplo, un estudio de ANIF indica que el costo del transporte representa entre el 10% y 35% de los gastos en insumos para cinco de los sectores más importantes del país (petróleo, carbón, flores, café y textiles), mientras que los referentes internacionales se encuentran cerca del 6%. Adicionalmente, un trabajo del BBVA señala que Colombia es el país más costoso de la región para transportar por vía terrestre un contenedor estándar de 20 pies. En el país ese valor ronda los 1.807,5 dólares, mientras que en Venezuela se encuentra en los 1.200 dólares y en Chile en los 450 dólares. Esto hace que los bienes colombianos tengan mayores precios que aquellos producidos en otros países y no sean competitivos en los mercados internacionales.
En Colombia el Gobierno nacional regula el precio mínimo de los servicios de transporte, mediante los parámetros del Sistema de Información de Costos Eficientes para el Transporte Automotor de Carga. Al comparar los costos de transporte de una tonelada por kilómetro en ciertas rutas nacionales con los observados en Chile y España, se encuentra nuevamente que los costos mínimos de las rutas nacionales superan los registrados en los dos países de referencia. Esto sin olvidar que los precios mencionados son valores de referencia mínimos y que los costos efectivamente transados entre las empresas transportadoras y las generadoras de carga pueden ubicarse por encima de los valores de referencia.
Por estas razones se ha argumentado que las regulaciones en el sector transportador, como la implementación de precios mínimos y máximos o las restricciones a la libre entrada y salida de firmas, generan unos costos para la economía nacional que frenan su desarrollo. Colombia requiere superar estas barreras para lograr mejorar el bienestar nacional y alcanzar una adecuada inserción en los mercados internacionales.
mmartiar@banrep.gov.co
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