Columna


Los establos de Augias

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

01 de marzo de 2015 12:01 AM

Según el editorial de El Universal del 18 de febrero, el nuevo alcalde que será elegido en octubre tendrá entre otras tareas las siguientes: “Transcaribe, la avenida del Bicentenario, el viaducto sobre la ciénaga de la Virgen para la doble calzada entre Cartagena y Barranquilla, el alumbrado público para la Zona Norte, el plan de drenajes pluviales, las obras del Canal del Dique, el segundo canal para entrar y salir de la bahía de Cartagena, las obras para controlar la inundación por el creciente nivel medio del mar, y el uso de los terrenos de la Base Naval una vez esta se mude”.

A esta lista, a mi modo de ver, se le debería agregar el traslado del Mercado de Bazurto, construir la central de abastos y enfrentar con políticas públicas la multiplicación de la violencia de las pandillas de los barrios, entre otras acciones necesarias para que la ciudad funcione de manera aceptable. El tamaño y la variedad de los retos, hará que el alcalde que se elegirá en octubre tendrá que iniciar una labor parecida a las 12 tareas que realizó Hércules, el personaje mitológico. En las elecciones de octubre se definirá como nunca antes el porvenir de la ciudad que ahora necesita una muchedumbre de obras que por su magnitud necesitan una seguidilla de alcaldes virtuosos.

Por eso pienso, a riesgo de parecer sentencioso, que los candidatos a la alcaldía, además de tener una hoja de vida limpia y de no tener financistas en la sombra, deberían proponernos un proyecto de ciudad que sea convincente y de largo aliento, es decir que no caigan en el promeserismo vacuo, ya que algunos aspirantes se excitan en sus discursos en época preelectoral y en su “carreta” confunden los límites de las quimeras con los de la realidad, al punto de que estos, nebulosos de por sí, se enmarañan.

Por último, en clave mitológica, una de las tareas de Hércules era limpiar los establos de Augias, rey de la Elide, quien tenía una ganadería enorme, cuya gran cantidad de excremento generaba una hediondez tremenda. “Limpiar los establos de Augias” es una metáfora para acabar con la corrupción, una plaga pestilente que amenaza con asfixiar a todas las instancias oficiales. Esta labor de desinfección del “Hércules” local es necesaria porque la corrupción, según radio “Bemba”, está muy arraigada en algunos sectores del gobierno distrital, lo que perturba su funcionamiento. No soy tan cándido para pensar que en Cartagena la corrupción no exista, pero sí creo que lo normal en un gobierno decente es que en cuando se descubra se le combata en lugar de cohabitar con ella, encubiertos con la retórica de la democracia.

En fin, si elegimos un buen alcalde en octubre, se podría iniciar la recuperación de Cartagena. Si no lo hacemos, será otra frustración más y seremos una ciudad fallida.
*Columnista

menrodster@gmail.com

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