Los monstruos sí existen y el de más reciente aparición se llama Rafael Uribe Noguera.
Existen en todos los estratos sociales, pobres, ricos y prestigiosos, como este reconocido arquitecto, constructor de casas y destructor de vidas, hogares y familias, incluyendo la suya. Sus víctimas, especialmente mujeres niñas y jóvenes, son atacadas dentro y fuera de casas y barrios humildes y exclusivos para gente exclusiva. Con artimañas, ofreciendo dinero, regalando detalles o a la fuerza, atacan de día y de noche.
El pasado domingo, bajo la figura del lobo vestido con piel de oveja, el monstruo Rafael Uribe Noguera secuestró, violó, torturó y asesinó en Bogotá a la niña de siete años, del Cauca, Yuliana Andrea Samboni Muñoz.
El lobo de los cuentos sí existe en la realidad y raptó a Yuliana del Bosque Calderón Tejada, barrio humilde donde vivía la niña de origen indígena, en el tercer intento por llevársela. Antes había pretendido llevársela consigo ofreciéndole dinero, pero Yuliana no cayó en la trampa; en una segunda oportunidad quiso forzarla a subir en su camioneta de alta gama, pero otros niños se lo impidieron.
Los monstruos y los lobos no son solo cuento y las niñas y los niños no son pastorcitos mentirosos, entonces hay que cuidarse, cuidar a los demás, no comer de cuentos, de plata, de cuatro por cuatro, celulares o de flautistas de Hamelín, no andar solos, hay que hablar, informar, tener a alguien en quien confiar, denunciar, levantar la voz, gritar, llamar a la línea telefónica 141, habilitada recientemente para atender a niños y adolescentes en el país. Hay que llamar la atención a las familias, comunidades, comunidades educativas, medios de comunicación y autoridades para que cuiden y protejan a la niñez como debe ser. Hay que construirse y construir las casas de ladrillos y cemento, y no de paja o de madera para estar más y mejor protegido de los soplidos de los lobos como en la historia de Los tres cerditos. No hay que ser un marrano o dejarse marranear por personas desconocidas, pero también conocidas, para lo cual se requiere mucho apoyo y atención psicosocial.
Queridos niños y niñas hay que seguir jugando en el bosque a sabiendas de que el lobo está y anda suelto, hay que seguir jugando en el bosque o en la selva de cemento que es la ciudad, con sumo cuidado y autocuidado, así esté lleno de lobos acosadores, secuestradores, torturadores, abusadores, violadores y asesinos que no actúan solos y que deben ser cazados.
*Lingüista, Literato y Comunicador para el Desarrollo
puntos_de_encuentro@hotmail.com
Comentarios ()