Columna


Los paros políticos

AP

28 de febrero de 2013 12:00 AM

CRISTO GARCÍA TAPIA

28 de febrero de 2013 12:00 AM

El que llevan a cabo los cafeteros en diez departamentos del país, es un paro, desde luego: “tirando piedras y cerrando las vías”, ha dicho el ministro de Agricultura; recurriendo a las “vías de hecho”, ha debido decir el presidente Santos.
Y es un paro político, pero no orientado ni dirigido ni financiado por la Marcha Patriótica, las FARC, o cualquiera otra organización política o cívica desafecta al Gobierno, como suele pregonarse de aquellos conatos encaminados a procurarse por tal medio precarias reivindicaciones sociales por agua, salud, escuelas, vías, electricidad y catastro, que ocasionalmente organizan los campesinos del profundo sur o los pobres de las barriadas marginales de las ciudades colombianas.
El de los cafeteros en diez departamentos y el de los agricultores y ganaderos en Córdoba, son paros con un claro y determinado tinte político y con definidos y precisos fines electorales, cuyos líderes tienen asiento en el Congreso de la República, dirigen o pertenecen activamente a un partido político y, por la fuerza, orquestan este alzamiento mediático para mover la campaña electoral con la cual aspiran a refrendar curul, cambiar de partido o de escarapela en la nomenklatura legislativa.
O, como en el caso de los voceros gremiales de los ganaderos y cafeteros, ir abriéndose paso, por las “vías de hecho”, a las nominaciones de sus respectivos partidos como candidatos a más altos destinos.
Dígase, aspirantes a una nominación para presidente o vicepresidente.
Aspirantes que, en caso de no clasificar para aquellos destinos, asegurarían el derecho privativo de encabezar listas al senado por su feudo como recompensa por poner al servicio de los viudos del poder sus contingentes de agremiados en federaciones y sociedades, hoy “ocupados” en soliviantar el orden público en distintos puntos de la nación.
Y, por si ya no hubiere listas para encabezar, aplicar para una candidatura a gobernador o alcalde de su departamento o capital, siempre y cuando en aquellas jurisdicciones aun quede por feriar alguna de tales.
Y si en ninguna de tantas encontrare chance, tendrá el agraciado que conformarse con la de alto consejero para nada, como Lucho Garzón, pero por las “vías de hecho”.
Ni más ni menos, las que están utilizando los promotores ideológicos y actores de los paros cafetero, ganadero y de agricultores, para demandar más subsidios y beneficios del Gobierno, incluido el de condonarles deudas que dejarían en bancarrota a las agencias crediticias públicas si se accediese a esas pretensiones, por demás desafiantes, excluyentes y nada razonables.
Si el Gobierno, con las herramientas legales de las cuales dispone, no para los paros políticos con fines electorales que adelanta la oposición al presidente Santos por la mano de los cafeteros, agricultores y ganaderos, en pocos días estarán los banqueros, por las mismas vías, reclamando subsidios porque sus utilidades de 2013 no van a ser iguales o superiores a las de 2012.
Y por si se dudare del fin político y electoral del paro cafetero, miren en el mismo set de animadores al ex presidente Uribe, “latifundista y pro imperialista”, y a Jorge Robledo, “fogonero de la revolución”, atizando el mismo fogón de los votos que por las vías de hecho, prohibidas para las precarias reivindicaciones sociales de los más pobres, harán valer.

*Poeta

elversionista@yahoo.es
@CristoGarciaTap

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