Columna


Los próximos cuatro años

JORGE DÁVILA-PESTANA VERGARA

13 de junio de 2018 12:00 AM

De acuerdo con todas las últimas encuestas, Iván Duque será el nuevo presidente de Colombia. Serán cuatro años de mandato, durante el cual la corrupción deberá llegar a su más bajo nivel. Repetidamente ha dicho el, a través de los medios de comunicación y refiriéndose a quienes violen la ley, que “el que la hace la paga”. Palabras más, palabras menos, no habrá impunidad ni contemporizaciones, ya que delito cometido, delincuente encanado. El peso de la autoridad y la ley bien ejercida, siempre han de servir de ejemplo y escarmiento para que otros no traten de imitarlos.

Sin lugar a dudas, en el último medio siglo, la droga produjo un impacto económico demoledor en nuestra sociedad. Ella ha sido un estímulo, que le ha dado patente de corso a la corrupción para actuar con chequera, permitiéndole permear el sistema judicial, así como lo hemos visto en los escándalos de las altas cortes y en numerosas entidades públicas. 

Este gobierno deberá ser una administración impoluta, donde la corrupción no tenga cabida, en el que en las hojas de vida de los ministros y los funcionarios que los acompañen no se encuentre una sola mácula. Como le dijo César a su mujer, no bastará con que sean honrados y honestos, deberán igualmente parecerlo, porque no sólo se trata de no hacer cosas incorrectas, sino que también debe ser necesario no dar ni siquiera la impresión de estar procediendo incorrectamente. Y dije honrados y honestos, porque el primer adjetivo va de la mano con el código penal, y el segundo, con la ética y los valores morales. La consulta anticorrupción avalada por el Senado el pasado martes -que la opinión publica pedía a gritos- será una herramienta eficaz para ayudar a cumplir con esta meta.   

Estamos en la cresta del despeñadero, donde la descomposición del país, y los cantos de sirena de Petro pregonando una transformación social profunda, han hecho mella en el ciudadano del común, que, saturado de ella, busca una luz en medio de la oscuridad que lo rodea. La fuerza de una sociedad confundida, pero hastiada, fue la que votó por el populismo de Petro. 

Muchos serán los desafíos y retos que le esperan al nuevo gobierno, pero, si en este cuatrienio no acabamos con esta práctica delictuosa, ella será uno de los sustentos para que el socialismo mal fundamentado de la izquierda esté nuevamente desvelándonos el sueño en el 2022. Si consiguen el triunfo, el modelo político de igualdad social lo implantarán, la quiebra económica del estado colombiano llegará más pronto que tarde, y la segunda diáspora de Latinoamérica dará su partida.

Dr. Iván Duque, como le dijo Bolívar a Rondón en la Batalla de Boyacá, cuando todo lo veía perdido, así mismo le digo: “Salve a usted la Patria”, porque si no, dentro de cuatro años nos lleva el diablo.

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