Columna


Los que cambiarán el mundo

GERARDO MÉNDEZ SOLANO

16 de mayo de 2013 12:00 AM

GERARDO MÉNDEZ SOLANO

16 de mayo de 2013 12:00 AM

El arte, el amor, la sensibilidad del artista, la visualización intuitiva, un color, una forma seductora, una superficie rara, una textura atrapante, un sonido atrayente, una melodía, unas palabras envolventes…; son…; la nueva panacea. Es la nueva forma de conquistar los mercados, porque el mundo ya está lleno de cosas creadas en una época en la que pensábamos que los seres humanos éramos sólo pensantes, cuando somos más sensibles e intuitivos. Una época en la que todavía nos falta humildad para pensar que somos unos primates que evolucionaron gracias a la sensibilidad e intuición de lo que ocurría a su alrededor.
Paradójicamente, nuestro mundo es dirigido por gentes a las que les enseñaron lo contrario. Nos enseñaron que el mundo se conquista con inteligencia racional, abrasiva y seca, donde los números son las herramientas de poder, y donde la psicorigidez es una institución sagrada para tomar decisiones.
Claro que estoy de acuerdo con que el administrador debe tener esa mentalidad, porque es al que no le puede temblar la mano cuando los números no le cuadran. Son esos tipos perfectamente vestidos, que no tienen ni una arruga en la camisa, bien encajadita, el cinturón perfectamente alineado con el pantalón, con un peinado cincelado y unos ademanes medio robóticos. Por el caminado, la forma de hablar y hasta por como se despiden de una fiesta (muy formalitos y tranquilos), los reconoces. Sin esa concentración, el barco puede hacer agua sin darnos cuenta. Son esenciales.
Pero ese no va a ser el tipo que cambie el mundo. El verdadero gerente, el de la visión cautivante y revolucionaria, en cambio, debe ser un artista de alma. Un sensiblero que deambula por ahí olfateando y absorbiendo por los poros lo que la gente dice y hace, una máquina silvestre de capturar “insights”; de esos que cuando hablan de sus sueños no los para nadie y parecieran gobernados por todo, menos por su razón. Hoy en día, por los estereotipos y la corriente social, muchos de ellos se disfrazan a diario de administradores, pero son artistas-gerentes hasta los tuétanos, y se les sale sin quererlo.
Andrés (carne de res), Walt Disney, Steve Jobs…; y el mismo Hitler (que luchó por ser pintor y después fue escritor), por dar algunos ejemplos, cautivaron a las masas gracias a su sensibilidad y a su pasión emocional.
Pero entonces, uno encuentra a las empresas de telecomunicaciones creando 4G, 3G, Megas, la promoción X y Y, la rebaja, el 2 X 1, el 4 play…; y otras como la de shampoo, crema dental, papel higiénico, y otras mil, donde todavía el eje es el producto y la sonrisa de la modelo que lo impulsa. ¿Comerciantes o dadores de felicidad al mundo?

*Director de Criterium - Investigador de mercados – asesor estratégico
gerardo@criterium.com.co;
Twitter: @Criteriumsas

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS