Columna


Los retos de La Guajira

JAIME BONET

06 de diciembre de 2015 12:00 AM

La semana pasada la Gobernación de La Guajira y la Fundación Cerrejón convocaron a un seminario para discutir los retos del departamento en un escenario de inestabilidad económica. El propósito era analizar las finanzas públicas para identificar las áreas que exigen acciones inmediatas de los nuevos administradores electos. 

Las ponencias del seminario indican que los retos no son menores.

Luego de un programa de saneamiento fiscal que el departamento inició en 2006, La Guajira logró una estabilidad fiscal en los últimos años: los ingresos corrientes cubren sus gastos corrientes. El departamento tuvo un fuerte apretón del gasto de funcionamiento: bajó de $96 mil millones en 2011 a $33 mil millones en 2014.

A pesar de esto, La Guajira no cumple con las características básicas del financiamiento de un departamento promedio del país. Contrario al resto de territorios, los ingresos tributarios no son la principal fuente y el fisco departamental se financia primordialmente con estampillas que tienen un límite temporal y en el monto de recursos a recaudar.

Los estudios detectan dos riesgos fiscales de corto plazo: la Universidad de La Guajira y los hospitales departamentales. Para tener una dimensión del problema, bastaría con mencionar que la operación de la universidad costó $64 mil millones en 2012, un valor cercano al total de ingresos corrientes de ese año ($ 74 mil millones).

Otro de los problemas que se le avecinan a La Guajira es la caída de las regalías. Los altos precios y el incremento en producción del petróleo permitieron que las regalías totales alcanzaran un monto sin precedentes en el país. Eso sirvió para que inicialmente las regiones productoras de carbón no sintieran el impacto del nuevo sistema de regalías. Sin embargo, la caída de los precios del petróleo y carbón llevó a un descenso importante en las regalías. Para La Guajira, se proyecta que pasarían de $400 mil millones a $200 mil millones. Es decir que la fuente principal de inversiones en el departamento caería un 50% en 2016. Es una situación de grandes implicaciones en un territorio que aún mantiene un rezago social considerable.

Dos elementos son clave para lograr una Guajira sustentable en el mediano plazo: generar más recursos propios con una mayor fiscalización de la base tributaria y optimizar la calidad del gasto público departamental mejorando el diseño y la formulación de proyectos, y con una mayor transparencia en la contratación.  

mbrunnun@banrep.gov.co

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