Estoy de acuerdo con Rudolf Hommes acerca de la mala suerte de Cartagena, pero esta mala suerte es por “salvadores” como él y por políticos como el que él quiere que sea el próximo alcalde de esta ciudad.
En su reciente columna “Pobre Cartagena” publicada en este medio, a la que aquí le replico, lo primero que destaca es que un candidato podría recibir el respaldo de los políticos que tradicionalmente han mandado en la ciudad, curiosamente sus socios o para quienes trabaja como miembro de la junta directiva de la Sociedad Portuaria de Cartagena y que cuando era Ministro de Hacienda les permitió que se la apropiaran.
Seguidamente le dice al candidato de su preferencia que es un error el “pelearse” con los políticos. Qué mal consejero, si miembros de los partidos del establecimiento que fungen en esta contienda en Cartagena están presos o están siendo investigados por corrupción y alianzas con el paramilitarismo.
Y enterrando la ciudad dice que la clase empresarial y la dirigencia local, por temor de que le bloqueen sus proyectos, “no intervienen”. Se refiere al no pago de impuestos, o de hacerle “conejo” a la ciudad pagando a Bogotá o a la repartición de la torta presupuestal por medio de concesiones o contratos amañados.
Todo para usar la expresión del coco, Wilson Borja Díaz, comparándome con Gustavo Petro, que tenemos en común nuestra beligerancia y honestidad pero que somos de talantes diferentes. Más aún, le desconoce a los gobiernos de izquierda y a Petro logros como:
En los últimos 10 años, reducción de pobreza: según las Naciones Unidas y el DANE, Bogotá pasó de tener una pobreza extrema en el 2002 del 7,2% a solo el 2,6% en el 2010; la pobreza pasó también del 31,8% a 13,1%. Súmele entre otras cosas, la educación gratuita que el Gobierno nacional copió. Récord histórico nunca alcanzado por gobiernos liberales o conservadores en 200 años.
En la actual administración de Bogotá: reducción de un 44% de la tasa de homicidios con el Plan Desarme; mínimo vital de agua gratuito para las 617.000 familias más pobres; disminución del tiquete de Transmilenio que en horas pico vale de $350 pesos para estudiantes y personas de la tercera edad; incorporación de la población recicladora al nuevo modelo de aseo; creación de la Alta Consejería para la Atención de las Víctimas y Centros DIGNIFICAR, para la reparación integral a víctimas de la violencia; 1.500 equipos médicos para la salud al hogar, enfocados en la prevención.
Los anteriores son logros de la izquierda, que gente como Rudolf Hommes oculta. Me quito el sombreo ante esos triunfos, cuya senda yo dejaré para que se multipliquen en Cartagena.
*Aspirante a la Alcaldía de Cartagena en la elección atípica del 14 de julio de 2013
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()