En junio pasado, Cartagena Cómo Vamos (CCV) presentó su informe de calidad de vida, que mostró un retroceso en 2012 en aspectos determinantes del bienestar ciudadano. Llamó la atención entonces la dramática caída en indicadores de salud pública, que vuelven a ser noticia esta semana por un debate al Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS), citado por el Concejo Distrital, entre otras razones, por el aumento en los casos de dengue.
En su página web, el Dadis asegura que los casos documentados de dengue son 290, de los cuales 30 clasifican como graves y uno causó la muerte de una niña en el barrio Nelson Mandela. Los sectores más afectados son El Pozón, Arroz Barato, Membrillal y Pasacaballos, todos con personas pobres y vulnerables. La prensa local el director médico del Hospital Infantil Napoleón Franco alertaron además sobre el aumento de casos de varicela, leishmaniasis, y malaria.
Pero eso no es todo, en Cartagena la tasa de mortalidad materna alcanzó un alarmante 45,8 en 2012 (fue de 37,1 en 2011), son muertes que pudieron evitase con un seguimiento oportuno a la gestación. Algo similar ocurrió con la tasa de mortalidad de menores, que escaló en un solo año de 7,4 a 12,6; con la mayor incidencia de muertes de bebés de menos de un mes de nacidos (73%). Es una cantidad vergonzosa, la tercera más alta del país el año pasado.
La planificación y ejecución permanente de políticas de salud pública favorecen condiciones de vida sana, y la inestabilidad administrativa vivida hasta hace poco, reflejada en cuatro directores del DADIS en apenas 20 meses, con la consecuente discontinuidad o interrupción en los programas, causan esta situación.
Sólo una política de salud sostenida y eficiente evitaría más muertes. Así lo demuestra la mortalidad por Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) e Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), con un positivo descenso, indisolublemente ligado a la decisión distrital en 2008 de incorporar la vacunación universal obligatoria contra el neumococo y el rotavirus, determinación reforzada por el Gobierno nacional en 2010, incluyéndolas en el plan anual de vacunación del país (Cartagena tenía dos años de ventaja), con vigilancia especial sobre los municipios. La tasa de muertes por IRA (39,1 en 2008 - 5,9 en 2012) y EDA (11,5 en 2008 - 1,2 en 2012) bajaron de un plumazo.
La incidencia del dengue, hoy crítica, y que podría asociarse a debilidades en el sistema de prevención, parece ser sólo la punta que se asoma y que impide ver problemas mayores gestados en silencio, mientras en la calle el ruido de las discusiones sobre alcaldes interinos y elecciones atípicas era ensordecedor.
*Abogada, Investigadora cultural
@irinajunieles
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