Columna


Mañana hijo mío todo será distinto

CARLOS DÍAZ ACEVEDO

28 de septiembre de 2016 12:00 AM

Cuando pelao declamaba y mi poema preferido: “Mañana hijo mío todo será distinto”, del poeta y revolucionario nicaragüense Edwin Castro. En donde podía, recitaba en los años 80 este poema de finales de los 50, cuya primera estrofa dice: “Mañana hijo mío todo será distinto, se marchará la angustia por la puerta del fondo que han de cerrar por siempre las manos de hombres nuevos”.

La firma del Acuerdo con las Farc-Ep en Cartagena, en cuyo acto estuve, me recordó el poema. Pero sobre todo por lo ocurrido con una niña ayer en una mesa de fritos. Para que no se llenara de grasa un material pedagógico del proceso de paz que llevaba en las manos, lo dejé a un lado de la mesa y una niña al verlo y leer su portada dijo: “Eso es falso y el presidente es un burro por entregarle el país a la guerrilla”. Y se fue sin esperar mi reacción. “Es obvio, eso es lo que se ve”, contestó la fritanguera cuando pregunté ¿por qué habrá dicho eso la pequeña?

A la niña, la fritanguera y a las personas más pequeñas (jóvenes, tercera edad, mujeres, afrodescendientes, campesinado, pobres, etc.) que piensan como ella, les digo que después del plebiscito del 2 de octubre, todo será distinto. Finalizará un conflicto armado de 52 años y 8 millones de víctimas, una guerra y una guerrilla menos en el mundo; al menos un nuevo partido político aparecerá, se convocará a un gran acuerdo político nacional para implementar la convivencia. Les declamo “Mañana, hijo mío, todo será distinto. Sin látigo, ni cárcel, ni fusil que supriman las ideas”.

Se distribuirán tierras a los campesinos, y bienes, servicios públicos e infraestructura al campo. “Reinará el campesino sobre la tierra suya, pequeña, pero suya, florecida en los besos de su trabajo alegre. No serán prostitutas las hijas del obrero, ni las del campesino; pan y vestido habrá de su trabajo honrado. Se acabarán las lágrimas del hogar proletario”.

Habrá verdad acerca de los orígenes y causas del conflicto, se buscará satisfacer los derechos de las víctimas, en particular a la justicia, se reparará el daño causado a tanta gente.

Mañana niña todo será distinto porque el presidente dejó de ser un burro, abrió las puertas de la paz, reconoció un conflicto armado y que las Farc-Ep eran dignas de hablar con su gobierno, aprendió de diálogos anteriores, hubo una Mesa en La Habana y firmó un Acuerdo final cerca a tu casa que no solo beneficiará a la antigua guerrilla, sino a ti y a los tuyos.

Mañana hija mía todo será distinto si votamos por el Sí al Acuerdo final.  

puntos_de_encuentro@hotmail.com

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