Columna


Manolo no va

ALCIDES ARRIETA MEZA

11 de febrero de 2016 08:28 AM

El alcalde Manuel Vicente Duque en una frase coloquial, dijo que no colocaría espejo retrovisor a la administración del alcalde Dionisio Veléz, gestión, donde según, las denuncias que se han venido conociendo, algunas secretarías administraron los dineros públicos como una finca, es decir  despilfarraron y feriaron gran parte del presupuesto público.

Retrovisor,  “es un pequeño  espejo colocado en la parte anterior de los automóviles o a los lados de estos que permite ver al conductor lo que viene o está detrás de él,” por tanto podríamos especular que tal declaración significaría, que  Manolo no va a mirar hacia atrás, aquellos hechos que de la administración anterior han sido denunciados inclusive públicamente  como irregulares. Esperaría que estas declaraciones cobijarían solo a aquellas actuaciones discrecionales de la administración  Vélez realizadas en el marco de la legalidad  y la transparencia.

Este tipo de declaraciones han hecho carrera  en la administración pública, por cuanto los alcaldes o gobernadores elegidos, una vez posesionados, padecen de cegueras, sorderas y mudez estructurales, dado que por obra y gracia del cargo, sufren una gran metamorfosis, son "ciegos, sordos y mudos", cuando se trata de descubrir  y perseguir a los corruptos. ¿Por qué será?

La declaración no podría ser más desafortunada, sobre todo porque el primer mandatario, en su discurso de posesión sostuvo que defendería con su vida los dineros públicos  y que haría temblar a los corruptos a quienes recomendó coserse los bolsillos.

Manolo entonces no va a hacer temblar a los corruptos, porque al parecer no estaría liderando la revisión de aquellos asuntos que ameritarían la intervención de los organismos  de control. Espero estar equivocado, sin embargo es dable señalar que respetamos  cualquier decisión que en el marco de su autonomía tome el alcalde.

No obstante lo anterior, sugeriría al mandatario, explorar la posibilidad, no de colocar un pequeño espejo, sino los ojos de toda la ciudad en aquellas conductas que lo ameriten  y que informe en qué estado recibió la alcaldía, esto, por cuanto, cualquier actuar omisivo podría generarle consecuencias penales, fiscales y disciplinarias.

En efecto  estas omisiones  podrían ser  sancionadas a título de prevaricato por omisión,  por cuanto, “el elemento subjetivo de este delito, puede derivarse del simple capricho del servidor público, la superficialidad o el desinterés del servidor público. (Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, Sentencia 34852, jun. 27/12, M. P. Julio Enrique Socha Salamanca).

Igualmente el alcalde, de no actuar, podría verse envuelto en el delito de peculado, por cuanto estaría dejando que los dineros públicos  estén siendo apropiados  por particulares o  ex –servidores públicos deshonestos, dineros que dijo, defendería con su propia  vida.

Señor mandatario, el alcalde, tiene la obligación constitucional de actuar para defender en derecho el patrimonio de los cartageneros de no hacerlo podría generarle algunas complicaciones legales, porque la defensa de la plata pública no es una perdedera de tiempo es un deber ético  y legal,  una imperativa obligación moral, luego entonces, se hace necesario, actuar de conformidad con el orden jurídico que  juró  cumplir, sobre todo porque distintos portales  y medios de comunicación, han hecho inquietantes revelaciones sobre malos manejos en algunas dependencias del gobierno de él Ex – alcalde Dionisio Vélez, los cuales inclusive han sido avistados por algunos de sus funcionarios.

La ciudadanía tiene el derecho  y  es  su deber informar a los organismos de control, las graves violaciones de la Ley de contratación, función esta,  que no es opcional, es obligatoria. Esperemos que así sea. 

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