Columna


María Revive

JAIME BONET

27 de agosto de 2017 12:00 AM

Una de las formas más palpables de exclusión social son los habitantes de la calle, personas que deambulan por las vías urbanas en condiciones precarias. A muchos, nos causan prevención y hasta miedo. Afortunadamente existe un grupo de mujeres, las de María Revive, que  trabajan diariamente para ayudarlos y brindarles el afecto que la familia y la sociedad les niega.

A pesar de que el problema fue incluido en el plan de desarrollo de esta administración, no se conoce la estrategia del gobierno distrital. El plan de desarrollo “Primero La Gente” señala que se formularía e implementaría un plan distrital para la atención, inclusión social y reconocimiento de derechos del habitante de la calle, con énfasis en la recuperación del daño y la reinserción al medio familiar. Además, establecía como meta la atención del 80% de dicha población, la cual, según un censo de diciembre de 2015, era de 560 personas.

Ante este panorama, la labor de María Revive, con el apoyo de la Arquidiócesis y la Pastoral Social, es fundamental porque permite una atención permanente de algunas de estas personas. María Revive entrega entre 120 y 150 porciones de alimentos diarios a habitantes de la calle.

Con esto se estaría cubriendo casi un cuarto de la población censada por el gobierno distrital. Más que alimentos, María Revive acompaña a esta población vulnerable para reincorporarla a la sociedad. En muchos casos logran el reencuentro del indigente con su familia, la atención de sus problemas de salud o la reincorporación a la vida laboral de algunos de ellos.

Todo esto es parte de un trabajo voluntario de sus miembros y de la colaboración de muchas personas que contribuyen con la misión.

Pero este acompañamiento se queda corto ante la dimensión del problema. Para atender a más población vulnerable, María Revive planea habilitar una sede que les permita brindar servicios a un grupo mayor de habitantes de la calle. Para que esto funcione se requiere de un mayor apoyo de los cartageneros. Es aquí donde tener esa política pública podría ayudar mucho a atender a esta población vulnerable.

El papa Francisco siempre ha mostrado una especial atención por los habitantes de la calle. Tal vez por eso María Revive fue seleccionada como una de las misiones que el Santo Padre bendecirá en la ciudad. Ojalá que ese apoyo del Pontífice consolide la labor de María Revive y sea el detonante de la política pública que se requiere.

jbonetmo@banrep.gov.co

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