Para causar impacto y llamar la atención, es de suyo una técnica periodística titulares del tipo con el cual titulo, entre comillas, mi columna de hoy.
Y no precisamente sobre el problema que genera ese titular y sí, sobre los lectores de medios cuyo fin es el de atraer consumidores y direccionar emociones y reacciones.
Por tal, es de periódicos sensacionalistas desplegar titulares sobre temas con una connotación que va más allá de la mediática e instantánea.
Eso no es correcto, como no lo es negar o no informar acerca de las problemáticas de seguridad, movilidad, informalidad creciente, entre otras calamidades que viven las ciudades colombianas y, entre las más impactadas por el delito, algunas capitales de la Región Caribe, zona norte de Colombia.
En ese contexto, Sincelejo, capital del Departamento de Sucre, con una población aproximada de doscientos cincuenta mil habitantes y en cuya área urbana confluye un altísimo porcentaje de desplazados, tiene un índice de criminalidad igualmente alto y desproporcionado en la relación entre población y homicidios, atracos, asaltos a personas, residencias y negocios.
Sin equívocos ni excusas, es un problema grave para una comunidad que ve alterada de manera violenta la convivencia pacífica que es parte integral de su identidad, cultura, usos, costumbres y relaciones entre personas.
Sincelejo, es de advertir, es de las pocas ciudades en Colombia que no excluye ni estigmatiza por razones étnicas, sociales y de procedencia, a quienes de manera voluntaria o forzada llegan a su territorio y, positiva o negativamente, alteran los términos de su ecuación de convivencia y relaciones.
Si en ahora es una ciudad tomada por la delincuencia que atraca, extorsiona y asesina a ciudadanos de todas las clases, no es menos cierto que ese problema de inseguridad urbana es de naturaleza policiva y como tal, su inmediata solución corresponde a la Policía.
Que no a las FFMM, Ejército, Infantería de Marina, Batallón de Fusileros, Base ARC Coveñas, entre otras fuerzas, como creen y proponen diputados y concejales, con la mejor de las intenciones y deseos porque cese la inseguridad y criminalidad en Sincelejo.
Si la Policía Nacional, División Sucre, se lo propusiera y cumpliera con su deber constitucional de garantizar la seguridad y proteger la vida de los ciudadanos de Sincelejo, esa labor no demandaría mayor esfuerzo ni despliegue de fuerzas, tropa y armamento, dispuestos para objetivos muy distintos de los que opera y ejecuta la delincuencia común en Sincelejo.
No es con las FFMM, es con la Policía que se persigue y captura a los delincuentes.
*Poeta
@CristoGarciaTap
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