Columna


Misalud

CARMELO DUEÑAS CASTELL

13 de marzo de 2013 12:00 AM

CARMELO DUEÑAS CASTELL

13 de marzo de 2013 12:00 AM

En 2102 la atención de salud en Cartagena ya era precaria, faltaban 600 a 1.100 camas hospitalarias. Se han cerrado o reducido servicios de pediatría, gineco-obstetricia, urología, hemato-oncología y urgencias. El 21 de febrero, 13 clínicas y hospitales locales, apoyados por la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), pidieron al gobierno evitar el colapso de salud en Cartagena y Bolívar.
El 6 de octubre de 2012, el ministro de Salud dijo que “había una crisis de…;recursos, de deudas crecientes…;una crisis estructural en la red pública hospitalaria…; problemas de diseño y concepción en nuestro sistema…;. corrupción, robo de recursos…;”. ¿Para resolverlo, se necesita una reforma? Se requiere decisión política, liberar el dinero secuestrado de la salud, que Supersalud vigile, que IPS y EPS cumplan sus funciones y que se cumpla el plan decenal de salud pública, 2012-2021.
Esto será la reforma, según el ministro:
1. MISALUD, el reemplazo del FOSYGA, afiliará, recaudará y distribuirá recursos. Se acabaría la intermediación.
2. Se reemplaza el POS por un plan de beneficios con exclusiones explícitas. El ministro dijo que incluirá “todo lo razonable”. ¿Quién decidirá eso y la eficacia de alto costo y nuevas tecnologías?
3. EPS: no manejarán recursos. Contratarán a través de redes de servicios con un énfasis territorial. Gestionarán el riesgo en salud. ¿No es esa labor del Estado?
4. Regionalización: el país se dividirá en 10 o 12 distritos, cada uno con su red de prestadores. ¿Quién lo dividirá? ¿Misalud?, ¿las EPS?, ¿los políticos?
5. Municipios y gobernaciones manejarán el régimen subsidiado. Los municipios responderán por la atención básica y las gobernaciones por la alta complejidad. ¿Son capaces de hacerlo?
El 24 de febrero el ministro dijo que el articulado saldría “en una semana larga” y que sería “aprobada en junio”. Nadie ha visto la reforma.
¿Se justifica manejar la reforma a puertas cerradas, con el mismo sigilo con que se robaron la salud? ¿No sería preferible que participaran representantes de pacientes, profesionales de la salud, gremios, hospitales y clínicas?
¿No aprendió este gobierno a no hacer las reformas a escondidas y mal? Hace 2 años la reforma a la educación la tumbaron los estudiantes. Luego, el vergonzoso ocaso de la reforma a la justicia. Y ahora, la salud.
La crisis sanitaria cartagenera es cada vez peor. La valiente denuncia de las clínicas y la ACHC sigue sin respuesta. El turismo recibe incentivos, al sector financiero lo salvan en varias ocasiones, ¿la salud es menos importante?
Un sistema de salud perverso no será eficiente con una reforma que nadie conoce.
Sin participación, la reforma podría ser un remedio peor que la enfermedad (ley 100) y la salud de los colombianos, Misalud, no merece un remedo de reforma.

*Profesor universidad de Cartagena

crdc2001@gmail.com

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