Columna


Motos millonarias

MAURICIO RODRÍGUEZ GÓMEZ

19 de junio de 2015 12:05 AM

Cuando hablamos de mototaxismo casi que enseguida se nos viene a la mente el caos que es la movilidad urbana en Cartagena: incontables motos, imprudencia, anarquía, inseguridad. Si bien, tristemente, esta es una atinada descripción de la realidad, es imposible ignorar la gran importancia del mototaxismo para la economía local.
Aunque no hay un censo, se estima que en la ciudad pueden estar circulando, al menos, 20 mil mototaxis, aunque algunos cálculos dan cuenta de 50 mil. Pero si partimos de la cifra mínima de 20 mil y suponemos que cada mototaxista recibe ingresos diarios de $40,000, tenemos que el mototaxismo es una actividad que mueve por lo menos $20,000 millones mensuales (o $240,000 millones al año, equivalente al 20% del presupuesto del Distrito de Cartagena en 2015).
No es, pues, un monto despreciable. Y con más veras si se piensa que son ingresos que llegan directamente a la base de la pirámide socioeconómica de la ciudad, y desde allí, empieza a subir no pocos peldaños hacia la cima, pasando por las tiendas de barrio, estaciones de gasolina, dueños de motos, almacenes de repuestos, y muchos otros.
Lo anterior, sumado a lo indispensable que es hoy, desafortunadamente, este medio de transporte para la movilidad de Cartagena, revela que esta actividad ha adquirido tal trascendencia económica y social, que sería impensable acabar de tajo con ella. Muestra de esto son las agudas protestas del gremio cuando se han querido establecer medidas de regulación, o el caos para encontrar transporte público los dos viernes de cada mes en que está prohibida la circulación de motos.
Durante los últimos 10 años, las autoridades distritales han observado desde la distancia el rápido crecimiento y consolidación del mototaxismo, esperanzados en que Transcaribe acabará con el problema. Sin embargo, con seguridad la operación de Transcaribe, en las ideales condiciones que proyecta la Administración Distrital, no resultará suficiente. Se necesita un mayor compromiso de las autoridades locales para hacer del mototaxismo y su apropiada regulación un asunto relevante en la agenda pública.
La clave es esa: atreverse a reglamentar y regular con mayor contundencia el servicio de mototaxis. Pero no sin olvidar que parte fundamental de la solución es también generarles oportunidades laborales a miles de personas que, precisamente, se dedican a la informalidad porque no tienen otras oportunidades de empleo en el mercado.
Elocuente muestra de los desequilibrios de la economía de Cartagena es el hecho de que el mototaxismo genera muchos más empleos directos que el sector industrial.   

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