Columna


Movilidad urbana

JAIME BONET

16 de agosto de 2015 12:00 AM

El crecimiento urbano implica desplazarse de una manera eficiente. La movilidad es uno de los problemas más serios de los gobernantes locales. Atender estas necesidades exige muchos recursos y una institucionalidad capaz de planear, ejecutar y operar los proyectos. Lástima que en esto la mayoría de las ciudades colombianas muestran rezagos importantes.

No se ha logrado encontrar una solución integral a la movilidad. En muchos casos se invierte de manera atomizada en reparar la malla vial. Así no hay soluciones de fondo y apenas se reparan y construyen pedazos de vías sin conexión entre ellas. Además, estas obras suelen demorar y tener trastornos temporales que empeoran la movilidad. Al final, los ciudadanos sufren los estragos de unas obras mal planeadas, sin mejorar el transporte.

La movilidad no solo implica nuevas vías. Más demoran las vías en construirse o repararse que en llenarse de vehículos. Superar estas limitaciones involucra también un buen servicio de transporte público, que motive a usarlo y evite el auto individual. La gran mayoría de estos sistemas de transporte masivo no logran un cierre financiero en su construcción y operación. Son sus externalidades positivas, por ejemplo reducir tiempos de transporte y la contaminación, las que los hacen socialmente rentables.

En la mayoría de las ciudades colombianas, el transporte público no ha consolidado un sistema que movilice bien a sus residentes. Los sistemas integrados de transporte tienen problemas operativos en aquellas ciudades donde superaron la etapa de construcción. De forma paralela se van desarrollado algunas alternativas que aunque no son deseables, son un medio individual eficiente, como las mototaxis o taxis colectivos. El resultado final suele ser más congestión.

Resolver esto requiere trabajar en generar recursos y en fortalecer la capacidad de planear, ejecutar y operar los proyectos. El Plan Maestro de Movilidad de Cartagena estimó que se requerían 4,9 billones pesos entre 2012 y 2032. Una vez realizadas las obras, el estudio considera que se requieren 300 mil millones de pesos anuales para mantenimiento. Por supuesto, la ciudad debe repensar su institucionalidad para hacer las obras. Una agencia distrital de infraestructura, similar a la del Gobierno nacional, podría superar las limitaciones institucionales.

jbonetmo@banrep.gov.co

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