Que un tipo se haya pasado de tragos o de dosis no justifica la violencia contra una mujer (niña, joven, adulta, adulta mayor). La culpa de la violencia contra las mujeres no es consumir drogas lícitas e ilícitas. Si así fuera una gran cantidad de hombres borrachos y drogadictos estuvieran cascando a las mujeres dentro y fuera de las casas cotidianamente, se la pasaran arrancando Jasmines o flores, destrozando la vida a muchas mujeres. Conozco a muchos hombres con este tipo de vicios que solo se hacen daño a sí mismos.
Que un man esté triste, tenga problemas con su pareja y discuta con su mamá no justifica agredir a una mujer. La culpa de la violencia contra las mujeres no es la tristeza ni la depresión masculina, la discusión o debate con la esposa o madre.
Que las mujeres sean atractivas o bonitas, jóvenes, vayan bien o mal vestidas, estén solas en la noche o en la madrugada, tengan unos tragos encima o estén lejos de sus casas, tampoco justifica para nada el abuso, la agresión, el maltrato o la violencia contra ellas.
Nada justifica lo que hizo Meruan Wong Fuentes contra Jasmín Álvarez Romero en enero, hay que decirlo en público y en privado, a nivel familiar, comunitario, escolar, ciudadano y mediático, en los titulares, pero también en los cuerpos de las noticias y en las columnas de opinión. Por ningún lado a Meruan Wong Fuentes hay que justificarlo, por ninguna parte a la violencia contra las mujeres hay que justificarla o tolerarla.
Un familiar del agresor, en entrevista con este medio, dice no entender por qué él lo hizo, pero cree que todo habría sido culpa de las drogas y la confluencia de hechos desafortunados.
Meruan Wong violenta a Jasmín Álvarez porque cree que como hombre puede y debe abusar, agredir, dominar, maltratar o violentar a las mujeres. Porque cree que el abuso, la agresión, el dominio, el maltrato y la violencia de los hombres contra las mujeres es algo divino, natural, normal, justificable y tolerable.
Si se quiere eliminar la violencia contra las mujeres se trata, entre otras cosas, de des-divinizarla, desnaturalizarla, des-normalizarla, rechazarla, no justificarla, no tolerarla, sancionarla a nivel cultural, jurídico, moral, político y social en la vida familiar, comunitaria, escolar y ciudadana.
Si no queremos más Wong agresores y Álvarez agredidas, construyamos nuevas relaciones entre hombres y mujeres basadas en el respeto mutuo, libres de violencias en donde nos movemos las personas, incluyendo el sistema de transporte público masivo, los taxis y las mototaxis.
*Lingüista, Literato y Comunicador para el Desarrollo
puntos_de_encuentro@hotmail.com
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