Las críticas formuladas a Petro han sido excepcionalmente ásperas, pero llama la atención que aún sus más denodados contradictores sostienen que es un hombre honesto. Así lo manifestó, verbigracia, Enrique Peñaloza en reciente declaración.
Por estos días la Procuraduría decidirá sobre su destitución endilgándole como faltas gravísimas la entrega del aseo a las EAAB y AB, sin que contaran con experiencia y la violación al principio constitucional de libre empresa por excluir a unos privados de la operación del negocio. La imputación de falta gravísima es el equivalente disciplinario a la comisión de delito doloso en materia penal, según reza el Código Disciplinario, lo que en plata blanca implica que el denunciante de la parapolítica en Sucre y del carrusel de la contratación en Bogotá es un delincuente. ¿Paradójico cierto?.
Como mero ciudadano, no creo que Petro sea delincuente y me asombra que un proyecto ambicioso como Basura Cero, pueda constituirse en piedra angular de la defenestración de una legítima expresión democrática. Es difícil entender que mientras los propósitos del nuevo sistema se centran en superar el anacrónico modelo de rellenos sanitarios, prohibidos en Europa por contaminar, aquí se estigmatice un esquema que aprovecha los residuos en perspectiva ambiental y de inclusión socioeconómica. No perdamos de vista que el punto de partida del embrollo ha sido la aplicación de un mandato de la Corte Constitucional.
Entre tanto Cartagena, y tantas otras ciudades del país, se ahogan en medio de basuras con un modelo que entierra residuos antes de aprovecharlos, al tiempo que fomentan un irracional diseño tarifario que incentiva la utilidad de los privados en perjuicio de los usuarios. Se sabe que la Superintendencia de Servicios Públicos ha realizado procesos de seguimiento al componente de recolección y transporte de basuras en Cartagena, arrojando resultados de aplicación indebida del esquema tarifario, que a 2011 han podido significar, según la fuente, el cobro excesivo a usuarios de unos $12 millones de pesos.
Mientras en Colombia es oro encontrar un opinador que resalte alguna de las acciones del gobierno progresista de Bogotá, el director del Informe de Inequidad Urbana en América Latina realizado por la ONU Hábitat y la Universidad de Harvard respaldan el planteamiento contenido en el POT decretado por Petro; creo que no ha habido oportunidad de discutir acerca de aspectos de fondo propuesto allí por motivaciones fundamentalmente ideológicas y no dudo que la democracia se restringe cuando se proscribe la intención de hacer realidad las ideas desde el gobierno.
Dicen que Voltaire expresó alguna vez: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.
danilocontreras9@hotmail.com
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