Cuando el pasado 9 de diciembre, en la Plenaria del Concejo presenté la denuncia sobre la Resolución 0309 de este 3 de diciembre, expedida por el Curador Urbano No. 2, por la cual otorga Licencia de Construcción para un edificio de 35 pisos en el terreno vecino a donde está construida la Base Naval, señalé, de manera clara, que este no era un edificio más de los que se han construido en Bocagrande, por dos razones:
La primera es que el Concejo Distrital a finales del pasado mes de noviembre había adelantado un debate, con la presencia de la Viceministra de Cultura y del Ministerio de Defensa, donde la Corporación Distrital dejó sentada la posición de que Cartagena no permitirá la construcción de las moles de cemento que ha venido solicitando el Mindefensa, motivo principal por el cual desde abril del 2012 no se ha podido aprobar el PEMP, que es el conjunto de normas necesarias para proteger el Patrimonio Histórico de la ciudad; por lo tanto esas construcciones atentan de manera flagrante contra este Patrimonio, obstaculizando los conos visuales y su vista panorámica. Pero además, esa zona, una vez se produzca el traslado de la Base Naval, debe convertirse en una área de esparcimiento y recreación de la cual carece Cartagena.
La segunda es que permitir construir el edificio de 35 pisos es aceptar, de antemano, que en la Base Naval se construyan las moles de cemento; además es condenar a Bocagrande y demás barrios circunvecinos a vivir para siempre en un embotellamiento vial.
La crisis en que se encuentra Cartagena es profunda y se manifiesta en todos los estratos sociales. Hoy es normal observar las protestas de los estratos 1, 2 y 3 ante la ausencia de políticas de Estado que atiendan sus derechos fundamentales, pero últimamente se generalizan estas protestas en la clase media, caso del barrio de Crespo por la “loma” de Marbella, y de Manga por las obras en la avenida de la Asamblea y por los edificios que se quieren construir en los terrenos donde funcionaba la Electrificadora, o de todos contra el incremento de tarifas del impuesto Predial.
Cartagena requiere la conformación de un gran frente que agrupe organizaciones cívicas, culturales, profesionales, empresariales y sindicales, o sea, representativa de toda la sociedad, que tenga como único propósito defender a “La Heroica” para evitar hechos tan aberrantes como los enumerados anteriormente o centros comerciales que atentan contra el Patrimonio o edificios que impidan el desarrollo y el progreso de la ciudad.
A los colombianos nos enseñan que el interés general prima sobre el particular, pero para nuestra mala fortuna en Cartagena es a la inversa.
*Concejal Polo Democrático
COLUMNA DEL CONCEJO
DAVID MÚNERA CAVADÍA*
protocolo@concejocartagena.gov.co
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