Columna


No más pico y placa

VICENTE BLEL SCAFF

08 de noviembre de 2016 12:00 AM

Los trancones en las diferentes vías de la ciudad son cada día más insoportables, a pesar de las acciones implementadas por las autoridades de Tránsito.

Nadie duda de los buenos propósitos de los funcionarios, pero el hecho es que el pico y placa ha mostrado ser ineficaz, y los estudios de varios especialistas muestran que ello se debe a que numerosas familias compran un segundo vehículo y a que lo que se hace en la práctica es trasladar la congestión vehicular a otras horas o días.

Los estudios señalan que el mejor camino para mejorar la movilidad en las distintas urbes es implementar un buen sistema de transporte público, y por ello la apuesta que se ha hecho por Transcaribe va por el sendero correcto.

No obstante, por razones principalmente financieras, para llegar al 100% de la implementación del sistema hay que esperar aún al menos 3 años, según los anuncios del gerente del SITM, por lo cual hay que pensar en medidas que realmente mejoren la movilidad.

Hacer un mayor esfuerzo para sacar los viejos buses y busetas de los barrios donde ya circulan los busetones de Transcaribe; prohibir de una vez por todas la circulación de motos y bicicletas por los carriles mixtos de la troncal del sistema; y pensar en fórmulas que vienen dando resultados positivos en otras ciudades, como el pago por congestión, que desincentiva usar ciertas vías y permite captar recursos para financiar modos de transportes más eficaces, son, entre otras, algunas de las acciones que podrían desde ya ser implementadas.

El uso del taxímetro es otra fórmula a la cual debería recurrirse, lo mismo que decretar que las vías con tráfico pesado sean de un solo sentido, y que donde no sea posible se prohiba el parqueo, como ya se ha dispuesto en las grandes urbes.

El gobierno debe mostrar su creatividad administrativa y atreverse a proponer otras alternativas, porque es claro que el pico y placa ya probó no ser efectivo y termina empeorando la situación en el mediano plazo.

En Barranquilla fue una medida que solo abarcó los sitios donde el Distrito desarrollaba obras civiles, y la han levantado a medida que las obras han culminado. En ciudades como Ocaña también la adoptaron y la suspendieron cuando se dieron cuenta que no había dado los resultados esperados. En Cartagena, como se recordará, la adoptó el alcalde Dionisio Vélez en las horas pico como respuesta a la reconstrucción de más de 80 kilómetros de vías.

Bien haría entonces el Ejecutivo en escuchar a los expertos, aprender de las experiencias en otras ciudades, y levantar la medida de manera paulatina, comenzando por el sábado, que es cuando genera unas mayores pérdidas a la economía de la ciudad.

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