El pasado domingo fue consagrado en la periferia de Cartagena y más concretamente en Colombiatón, el primero de muchos templos de esa otra Cartagena donde los más pobres de la ciudad se congregarán para celebrar su fe y calmar su sed de Dios. Lo mejor que le puede pasar a un barrio nuevo es tener su parroquia. El templo ha sido dedicado a la Virgen Madre bajo la advocación del Ave María. Lo primero que me asalta es ¿por qué el Ave María?
Porque es la oración más popular de todas y casi siempre va unida al Padre Nuestro. Consta de tres partes. La primera es el anuncio del ángel a María. «Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.» La segunda evoca las palabras de la prima Isabel: «Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.» La última parte es una invocación medieval que la Iglesia ha conservado: «Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.»
Pensando al Ave María, me viene a la mente una experiencia vivida hace algunos años en la Universidad Nacional de Colombia, donde asistí a un conversatorio sobre desplazados. Al final se me acercó un profesor que me reconoció como sacerdote y me preguntó si lo podía escuchar. Era alguien que venía de una crisis religiosa y ahora estaba buscando a Dios. Lo escuché con atención y de un momento a otro me dijo: ¡Quiero rezar! En él no existía práctica religiosa alguna. Me pregunté: ¿si no se sabe el Padrenuestro se sabrá la de san Cayetano? De pronto, el rostro se le iluminó y dijo: «Tal vez.., el Avemaría. Mientras rezábamos vi que le corrían lágrimas de alegría y emoción.
El Ave María es profundamente humana y humilde. No tiene palabras complicadas ni frases sublimes. Lo que cuenta es la fe con que la hagamos.
Las comunidades que viven en esa otra Cartagena y que no la tienen nada fácil, qué bueno que puedan encontrar en María, madre de la misericordia, el amor del mismo Dios. De lo que acontezca en esta parroquia va a depender el futuro y la presencia de la Iglesia en las nuevas periferias. En lo fundante de esta comunidad ha habido voluntad pastoral, donación del terreno, colaboración comunitaria y solidaridad para el edificio material.
Cada uno de nosotros sabe cómo y por qué caminos discurre su vida, pero siempre será muy bueno encontrarnos con María. Maravilloso saber que en medio de un mundo de inequidades y exclusiones y que algunos califican de maldito...ella es la bendita porque es bendecida por Dios para siempre y a ella podemos acercarnos con confianza. Que nadie se quede sin susurrar, en lo secreto de su corazón, la plegaria del Ave María.
ramaca41@hotmail.com
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