Estaba anunciado que el 15 de junio el Ministerio de Cultura suministraría la información definitiva sobre el rescate del galeón San José, que yace en las cercanías de la isla de Barú. Ahora hay una nueva fecha. Esta medida significa que el próximo gobierno tomará una decisión sobre este proceso rodeado de tantos intríngulis, y ya algunos conocedores hacen comentarios capciosos sobre este cambio de fechas. De por medio está una Asociación Público Privada (APP) que será la que decida las estrategias de cómo habría que pagarles a los contratistas sin comprometer un patrimonio que es de Colombia y por ende de Cartagena. El Procurador General ha sido vigilante para evitar que se soslayen las normas de honestidad y de protección de esos bienes de la nación y de Cartagena.
La directiva de la Academia expidió una resolución que apoya irrestrictamente las gestiones para el rescate, pero que al mismo tiempo rechaza cualquier intención de que parte del tesoro rescatado sea utilizado para pagarle a la empresa que realice esa maniobra. Ha sido evidente que el Ministerio y la Procuraduría actúan en concordancia. En Cartagena existe el proyecto de crear un museo donde se guardarán y protegerán los pecios de la embarcación, amén de la preservación de los restos del galeón San José, como ocurre en otros lugares del mundo.
Lamentamos las sucesivas dilaciones del Gobierno y lo que es peor, saber que tendremos que esperar a un nuevo gobierno, lo que retrasará aún más el rescate. La experiencia colombiana muestra que los nuevos burócratas no consideran de utilidad lo actuado y pagarán millonarios estudios para preparar otros documentos. Y probablemente el galeón San José, que tiene trescientos diez años de estar en el fondo del mar, debe esperar otros años más. Con suspicacia podríamos cavilar que cuando ya se decida, es posible que los nuevos piratas buscadores de tesoros hayan arrasado con estos y el pecio del San José.
Entrevista: anoche en la televisión la periodista María Jimena Duzán entrevistó a Ernesto Samper, el único expresidente liberal que guarda un respeto ideológico por la filosofía liberal. El otro expresidente emigró a engrosar la hueste de la derecha guerrerista. Las preguntas de la periodista permitieron a Samper exhibir su seriedad ideológica. Hizo sugerencias para que los elementos jóvenes que aún participan de las ideas liberales formen nuevos bastiones acordes con la modernidad y los cambios del mundo. La periodista insistió en preguntarle cómo votaría. Contestó que el votaría por la paz, no votaría en blanco por ser eso un desperdicio, no se abstendría. Ratificó votaré por la paz, ante esa polarización entre los guerreristas y los amigos de la paz, afirmó que votará por Gustavo Petro Urrego, porque sus ideas son liberales y defensoras de la paz de Colombia.
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