Columna


Oveja con piel de lobo

MAURICIO CABRERA GALVIS

11 de mayo de 2014 12:02 AM

La sabiduría popular aconseja cuidarse del lobo con piel de oveja, que bajo un manto de inocencia esconde su carácter violento y destructivo. Con Óscar Iván Zuluaga pasa lo contrario: el candidato del Centro Democrático es oveja con piel de lobo (o de zorro).

Oscar Iván es serio, preparado y con trayectoria pública y privada; como dirían los rolos, es “chirriado” y decente. Pero al aceptar ser el instrumento para volver al poder el expresidente que compró su reelección le tocó ponerse encima la pesada piel de lobo de los métodos, el lenguaje y las tácticas del todo vale uribista.
Entristece que una persona decente se resigne a ser candidato en una convención amañada, donde el capataz calló a los partidarios de Pacho Santos, y aguantarse que el derrotado le dijera “tramposo”. 

Peor aún, verse obligado a abrazar como su nuevo mejor amigo a un Pachito que lo insultó en público y aplaudir que ese “mal perdedor” esté en su campaña y denigre de su primo el presidente en un comercial de televisión de mal gusto.

Deprime que una persona honrada aguante que su amigo y “director espiritual” de su campaña, Luis Alfonso Hoyos, contrate a un “hacker” ético para que chuce y espié los correos del Presidente, y haga el trabajo sucio y antipatriótico de sabotear el proceso de paz llevando información ilegal a la TV.

Peor aún, tener que lavarse las manos y decir que fue a sus espaldas, como si no supiera que el expresidente que mandó a chuzar a la Corte Suprema, a periodistas y opositores, es experto en chuzadas ilícitas.

Duele ver a una persona sincera y frentera patinando al responder sin poder decir lo que piensa al preguntarle por la extradición de Panamá de la chuzadora del DAS, María del Pilar Hurtado, o por las presiones recibidas para sacar al Superintendente Financiero, Augusto Acosta, opuesto a los negocios de Interbolsa.

Peor aún saber que le tocará repetir las evasivas cuando le pregunten por alguno de los escándalos del gobierno del expresidente del todo vale y fingir no saber nada.
Preocupa que alguien sensato y conciliador tenga que repetir las mentiras fantasiosas con que la campaña uribista dividió y polarizó al país: que el presidente Santos es comunista, que entregará el país a la guerrilla, que acabará con el Ejército, que el castro-chavismo se tomará el poder. Peor aún, que de repetir las mentiras, él las crea verdad, sabiéndolas falsas, como tantos colombianos obnubilados con los mensajes del Twitter del expresidente de los falsos positivos.

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COLETILLA: Como decía algún humorista, la campaña del Centro Democrático es la única con dos candidatos a la vicepresidencia en una elección, pues se sabe de quién es el verdadero poder de la piel de lobo puesta a Zuluaga.

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