El 06 de diciembre de 2014, El Universal me publicó el artículo “Peatonal y agua”, donde llamaba la atención de hacer una correcta inversión en el paseo peatonal de Bocagrande y Castillogrande, ante la licitación que se abría para estos trabajos por 8 mil 678 millones (El Universal 20-10-14), teniendo en cuenta entre otros el incremento del nivel del mar por el calentamiento global. Esto abrió un debate entre las JAC de Bocagrande, Castillogrande, el Consejo de Cartagena y la Administración del Momento (Secretaría de Infraestructura). Finalmente se adjudicó y comenzaron los trabajos con fecha de terminación en enero de 2016. Recordemos que ya se había hecho una inversión de más de mil millones en el paseo peatonal, en Castillogrande.
En El Universal (09-02-16), leía que la inversión ya va en más de 10.900 millones, un incremento de 2.222 millones (25% más de lo presupuestado), sin incluir que la obra no se ha terminado en el tiempo establecido. Además, ya hubo un accidente debido a los escombros dejados en la vía por el contratista.
Al periódico Gente Bahía (10-02-16), e Irene Cassalins, algún residente en la zona envió una serie de fotos del paseo señalados con pintura roja y que mostraban una serie de imperfecciones.
La experiencia en la mayoría de proyectos en la ciudad (túnel de Crespo, Transcaribe, paseo peatonal, Reficar, etc., nos muestran que nunca terminan a tiempo, siempre hay sobrecostos, nunca hay un responsable y lo más diciente, siempre en perjuicio del pueblo cartagenero o colombiano, ya que esto no solo pasa en Cartagena, es un denominador común en Colombia.
El paseo peatonal, primero, no solucionará las inundaciones, especialmente con marea alta y fuertes aguaceros, como lo señalé en mi primer artículo (06-12-14), simplemente porque el nivel freático estará por encima de la avenida que bordea el paseo y el agua se filtrará por debajo del suelo (efecto físico conocido como el de vasos comunicantes) y serán inoperantes las válvulas de pato que piensan instalar (no he visto la primera). Segundo, habrá otra inversión para solucionar el problema, rompiendo lo hecho, como hicieron en este paseo con la primera inversión de más de mil millones, donde rompieron el pavimento para hacer uno nuevo.
No es justo que sigamos sufriendo el pueblo cartagenero y colombiano por los mismos contratistas que no cumplen y buscan sobrecostos para ampliar las ganancias y por culpa de los mismos: administración y entes de control que no toman medidas oportunas.
¿Cuándo tendremos conciencia de que los recursos públicos que se invierten deben ser bien administrados?
JOSÉ WILLIAM PORRAS
jwporras@balzola.org
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