La construcción de viviendas para personas estrato uno en terrenos estrato seis anunciada por Petro en Bogotá me parece una extraordinaria idea cuando de igualdad de condiciones humanas se trata.
Así como los del estrato seis son iguales al uno -humanamente hablando- es apenas lógico que los del uno sean idénticos al seis.
De allí mi propuesta que Gustavo Petro, alcalde de Bogotá, comience a mostrar coherencia revolucionaria, social y real entre lo que dice y hace.
Petro vive en estrato seis en Bogotá, entonces debe ser cura que predica y aplica, al punto que mudarse de manera inmediata a vivir en una casa digna pero no de rico, en el populoso barrio de Patio Bonito en Bogotá, que es estrato uno, se le convierte automáticamente -ante su propia iniciativa- en una necesidad inaplazable para que el país entienda su discurso.
“La Polla”, como cariñosamente llaman en Sincelejo a la esposa de Petro, está en la obligación moral y concordante de acompañarlo con sus hijos en la mudanza, porque la gente de ese estrato también es gente, ¿o no?, no desmereciendo ser sus vecinos.
Si de igualdad y coherencia social se trata, no es que solo los del uno vivan en el seis, sino viceversa y el llamado a dar ejemplo es el alcalde Petro. Si no lo hace de manera instantánea significa que lo que pregona es mera coprolalia, siendo una falta de respeto a las personas de bajos estratos, que no es sinónimo de bajas calidades humanas.
Incluso, si en verdad la justicia social prima en su mente, entonces que Petro cambie su vivienda con alguna familia que habite una en buenas condiciones en estrato uno de Bogotá. La mudada de Petro debe ser completa: hijos, esposa y empleada que “La Polla” no deja para nada, y el mundo sin su “sirvienta” no es mundo para ella.
Prima la dignidad humana, por lo tanto no hay excusas para que Petro y su “polla” no se trasladen al populoso sector a vivir permanentemente, porque los del norte en Bogotá son tan dignos como los de Kennedy o Patio Bonito.De lo contrario es una señal de que Petro desprecia a los hermanos humanos del estrato uno. Además, la presencia de Petro y su familia allí seguramente generará progreso no a unos cientos sino a los millones que viven en la zona.
Es hora de que Petro regrese a la humilde barriada con su núcleo familiar, sustentando lo que dice: “la estratificación en Colombia es un sistema de castas antidemocrático y antihumano: eso se debe acabar”.Que no salga Petro con el cuento de “es que yo viví en barrios humildes”, eso no cuenta, vale es el presente.
De paso, que su elegante y amable suegra en Sincelejo, buscando la integridad de comportamiento de justicia social y concordancia familiar, abandone la lujosa casa en el exclusivo barrio Ford -que seguramente paga Petro- y se mude a una digna vivienda en Cielo Azul, que es un barrio estrato uno pero con gente maravillosa. Eso es congruencia.
A Petro, el 76% de la ciudadanía le dice que su administración no sirve, esto puede ser por la falta de coherencia entre discurso y ejecución.
Hablando de Petro, lo dicho por Iván Moreno referente a la mancomunidad de Petro y los Nule no hay que echarlo en saco roto.
Coletilla. Dionisio “El hermoso” quitó la plaquita, y ¿cuándo descuelga las narcisas foticos?
Coletilla: El hospital de Sincelejo en manos de Jhon Bitar se derrumba y no pasa nada, mientras él muestra al parecer un crecimiento económico llamativo. ¿Qué dicen la Fiscalía y Procuraduría?
Coletilla. Dios te siga bendiciendo Cartagena, en un aniversario más de tu heroica independencia.
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