Columna


Políticas excluyentes

JAIME BONET

25 de septiembre de 2016 12:00 AM

Varios estudios muestran a Cartagena como excluyente. En un reciente trabajo, Adolfo Meisel y Jhorland Ayala concluyen que está rezagada en inclusión social, educación e ingresos. La población con mayor vulnerabilidad socioeconómica es la de los bordes de la Ciénaga de la Virgen, donde hay una alta participación de afrodescendientes. A pesar de que esto llevaría a pensar que una estrategia de desarrollo válida sería focalizar la inversión pública en esta población, la realidad muestra que las políticas públicas en ciertas ocasiones refuerzan el patrón excluyente en la ciudad.   

Los indicadores de inseguridad no son la excepción en esta tendencia. Por ejemplo, el mayor número de homicidios también se da en las zonas más vulnerables de Cartagena. Y son sectores con un mayor peso relativo en otros delitos como el atraco o la extorsión. Por esto, no deja de sorprender que se tomen medidas para ciertos sectores como si en las otras áreas la inseguridad no fuera recurrente. Es un ejemplo más de las políticas excluyentes en Cartagena.

La semana pasada fue particularmente triste para la ciudad en inseguridad. Hubo varios hechos en el sector turístico que incluyeron desde un intento de secuestro a un individuo que tenía como cárcel un apartamento en Bocagrande hasta el homicidio del hijo de un reconocido periodista en el Pie de la Popa, en un intento por robarle el celular. Para resolver estos casos, las autoridades ofrecieron recompensas para capturar a los autores de los hechos, lo que en el primero implica que recursos públicos se destinan a encontrar a alguien que participó en el fallido secuestro de un condenado por la justicia.

En esa misma semana, un obrero padre de cinco hijos fue asesinado en un intento de atraco de una tienda en el barrio Armenia, por el sector de la Piedra de Bolívar. Para capturar a los autores de este asesinato, las autoridades no ofrecieron recompensa. No quedan muy claras las políticas de las autoridades para ofrecer estas recompensas, y parece que también son excluyentes.

Para ayudar a contener la ola de inseguridad se tomaron medidas como prohibir el parrillero en siete barrios de la zona norte. La inseguridad del sector turístico preocupa y debe ser objeto de medidas preventivas. Sin embargo, hay también una alta inseguridad en zonas muy vulnerables como los barrios cercanos a la Ciénaga de la Virgen y, sin embargo, no se conocen medidas de prevención allí. Las políticas públicas deben ser integrales y no exclusivas de un sola área de la ciudad. 
 

jbonetmo@banrep.gov.co

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