Columna


Por la paz, voto No

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

02 de octubre de 2016 12:00 AM

Difícil votar por el No, frente a millonarios presupuestos y agobiantes campañas que promueven engañosas obviedades. Que la paz es mejor que la guerra, ¡pues claro!

Difícil votar por el No, con la comunidad internacional aplaudiendo un acuerdo que socava nuestras instituciones y que nunca habrían permitido en sus naciones.

Difícil votar por el No, cargando la estigmatización de “enemigos de la paz”. Todos los colombianos queremos la paz, pero no es cierto que el acuerdo sea el mejor posible ni que sea innegociable.

Difícil votar por el No, con la presión extorsiva de las armas, amenazando con una guerra urbana y total, si nos atrevemos a deshacer lo negociado a nuestras espaldas.

Pero aun así, mi voto responsable es por el No.

Voto por el No, porque a pesar de la engañosa pregunta, creo en la construcción de una paz estable y duradera, pero dentro de las instituciones democráticas, que no fruto de una negociación secreta con quienes no nos representan.

Voto por el No, porque es inaceptable negociar la política antidrogas con uno de los principales carteles. Anhelo que termine la violencia, pero la habrá mientras haya armas; y armas mientras haya narcotráfico, y narcotráfico mientras no exista voluntad para erradicarlo, que no será con las Farc. 

Voto por el No, porque una pena de mentiras es una amnistía de verdad; impunidad para los delitos de lesa humanidad; una burla a los compromisos internacionales del país, que terminará develada y perseguida por la justicia internacional.

Voto por el No, porque el acuerdo permite a los responsables de delitos atroces participar en política con una representación regalada, con ventajas sobre los otros partidos y sin esperar siquiera a cumplir sus penas.

Voto por el No, porque la Jurisdicción Especial no solo garantiza impunidad a las Farc sino su venganza. Apenas ayer, Santrich se molestó con el Fiscal y ya le encontró nexos con el paramilitarismo ¡a Néstor Humberto Martínez! Qué pueden esperar sectores como el ganadero e instituciones como la Fuerza Pública, injustamente estigmatizados.

Voto por el No, porque el acuerdo no les exige devolver las tierras despojadas ni los recursos ilícitos para reparar a sus víctimas. 

Voto por el No, porque no creo en un campo a imagen de las Farc, donde la iniciativa empresarial es proscrita, las comunidades aleccionadas impiden el desarrollo, el derecho a la propiedad de la tierra está en riesgo, y las Farc consolidan control territorial para mantener sus negocios y un electorado cautivo.

Voto por el No, porque ese electorado fariano, sumado a la marginalidad urbana, al desprestigio de la clase política y a la corrupción, pesará en las próximas elecciones. Que lo digan los venezolanos.

Por todo ello, y porque anhelo una paz verdadera y digna para mi patria, me siento obligado moralmente al voto por el No. 

*Presidente Ejecutivo de Fedegán

@jflafaurie

 

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