Columna


Post-electoral

PASTOR ALONSO JARAMILLO ROBLES

24 de junio de 2014 12:02 AM

Conocida la victoria de Santos hago las siguientes reflexiones dirigidas al compromiso Caribe y, al activismo  que venimos teniendo en torno al proceso de paz, tanto como para que termine bien, como para que sirva de construcción civilizadora. Primero: algo por lo que felicito –entre otras cosas- a El Universal es por su labor constante de recordarnos la ausencia de desarrollo del Caribe y de sus entidades subnacionales, tema este que también lo trató El Heraldo la semana pasada, a propósito de la deuda adquirida por el Presidente en su elección donde barrió en nuestra Región.

Como es sabido en la elección fueron determinantes la izquierda y el Caribe. Por eso creo insoslayable hacerle eco a esa tarea constante de este medio con el compromiso Caribe al Gobierno central para tener más y mejores herramientas en la construcción del desarrollo costeño.

No es posible que en plena globalización el país siga teniendo un crecimiento concentrado en el Centro, con una hiperurbanización de Bogotá, cuando el Caribe posee geográficamente una posición que lo habilita para tener un papel económicamente más activo.

La Historia evidencia que las costas siempre han tenido un rol protagónico en la economía dado que son puentes de relaciones comerciales y de otra índole.

La Costa requiere poner especial énfasis en una colosal inversión en infraestructura que mejore su conexión con el país, con el mundo e intrarregionalmente. Además, las diferencias intradepartamentales –tema también nacional- indican la necesidad de tener más herramientas departamentales para cogestionar el desarrollo económico y social en los municipios más rezagados e igualmente una legislación que estimule invertir en ciudades intermedias (Meisel Roca). Requerimos obras de infraestructura que lubriquen el desarrollo económico (Kalmanovitz) y que en el caso de Cartagena ayuden a diversificar y dinamizar otros sectores así como la demanda de mano de obra para atender la informalidad y a los cesantes de la construcción de Reficar, además de depender menos como economía subnacional del cluster petroquímico-plástico.

Segundo: el mandato del pasado 15J no puede quedar en las urnas. La Paz requiere un activismo, por eso invito a la participación a todos en ese consenso superpuesto (Rawls) que se ha formado denominado Frente Amplio por la Paz, que busca profundizar la civilidad modernizadora cognitiva y motivacional de la Carta del 91, partiendo de la base de que con paz podremos tratar las inagotables diferencias dentro de los cauces constitucionales.
Más que soñar, es la hora de aterrizar los sueños.

*Concejal

pajr030201@gmail.com

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