De acuerdo con proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), Cartagena tendrá en 2020 una población de 1’057.767 habitantes.
Como se sabe, para muchos esta cifra no es real, ya que otras fuentes señalan que desde hace años la ciudad pasa de un millón de habitantes. Además, el DANE no contempla la población flotante, que crece al ritmo del flujo turístico, por lo cual se prevé que más personas transitarán por sus calles en el futuro.
La topografía de la ciudad no permite ser optimistas en cuanto a un crecimiento proporcional en infraestructura vial. Si hoy salta a la vista que a las autoridades se les salió de las manos el tráfico en la mayor parte de la ciudad, y aun el peatonal en el Centro y su área de influencia, podremos ver el tamaño del problema dentro de varios años.
Quienes le apostamos a que se hayan solucionado ese y otros problemas similares antes del 1 de junio de 2033, cuando nuestra ciudad cumple 500 años de fundada, no podemos evitar mirar el horizonte con pesimismo al ver que, por distintas causas, entre todos no nos atrevemos a buscar fórmulas de fondo y no meros paliativos.
Y hablamos de esa fecha porque, por su simbología, es un referente en varios planes prospectivos (recordemos a ‘Cartagena 2033’), y es un día que debería convocar a la comunidad a esfuerzos conjuntos en pro del desarrollo de la ciudad y la búsqueda de una mejor calidad de vida para todos sus habitantes.
Por ello anuncio que, como concejal, y como tal, vocero de un número significativo de cartageneros, propondré que así como la Gobernación de Bolívar convirtió el Palacio de la Proclamación en un gran escenario para las artes y la cultura, así mismo la Alcaldía de Cartagena traslade sus oficinas a la periferia, dejando el Palacio de la Aduana como un museo en el que sólo, como también hará el ente departamental en el Centro Cultural de Bolívar una vez concluido, se realicen los actos protocolarios imprescindibles.
Lo mismo deberían hacer otras instituciones del Centro Histórico, entre ellas el Colegio Mayor de Bolívar, cuyas instalaciones, por su tamaño y ubicación, permiten pensar que una vez vendidas, podrían financiar la construcción de un gran campus como el que se merece el estudiantado de ese centro educativo, el cual está llamado, como se ha vislumbrado en diferentes épocas, como la verdadera Universidad Distrital que tanto requieren Cartagena y sus alrededores.
Son propuestas para debatir, presentadas en vísperas de estudiarse el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del Centro Histórico y el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Cartagena.
*Concejal Partido Cambio Radical
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