Columna


Primavera cartagenera

AUGUSTO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

31 de diciembre de 2014 12:00 AM

La unión de voluntades por la ciudad, surgida del interés por el predio de la Base Naval, produjo un refrescante impacto que ya algunos califican como la primavera cartagenera. Es importante que trabajan unidos la comunidad de Asobocala, la JAC de Bocagrande, gremios y asociaciones de profesionales, congresistas y concejales, líderes de opinión y gentes del común y qué bueno, Asomanga y Asocentro.

Se conoció una idea de lo que podría hacerse con el predio y la mayoría favorece conservarle su valor urbano para el uso público e institucional. Y no afecta solo a esos tres barrios, sino que obliga a reflexionar sobre el desarrollo urbano del resto de la ciudad.

Alguien dijo que la Armada y el Gobierno nacional y Cartagena ya tienen un primer acuerdo. Los primeros piensan que la Base Naval debe salir de allí y la ciudad también lo quiere desde hace tiempo. Pero no hay consenso en el cómo y a qué costos, económicos y sociales.

Para la Armada trasladar la Base no tiene discusión y sus costos los debe sufragar la Nación, como hizo con la Base de Bahía Málaga en el Pacífico, cuando la situación macroeconómica del país no era tan buena como hoy, según el Gobierno nacional.

Para la ciudad está muy claro que en BOCALA, tres barrios con residencias, turismo y comercio, no se trata solo de defender sus intereses, sino también los de miles de ciudadanos y de familias de todos los estratos que dependen económica y socialmente de esa península.

El día que colapse BOCALA por la saturación constructora -como ya pasa- ocurrirá un tsunami económico y social, sumándole más combustible a las ya grandes desigualdades locales. Solo esto último amerita que al predio se le dé un uso público razonable y se le quite su valor comercial.

También hay preocupaciones y consensos alrededor del PEMP y del POT, no solo por la urgencia de definirlos, sino sobre su trámite. El PEMP lo construye Cartagena y si bien el Gobierno nacional aporta por normas vigentes algunos conceptos, estos no pueden acomodarse a situaciones coyunturales a su favor, como en este caso. Lo contrario es legislar en causa propia.

Doctor Dionisio Vélez, usted es el alcalde de Cartagena y la ciudad lo respalda para hacer respetar los deseos legítimos de sus habitantes. Sobre el POT, alguien dijo que estaba embolatado. Es probable, porque se trata de revisar el existente y definir el desarrollo urbano de Cartagena para las próximas décadas. Hay muchos intereses en juego, pero para quienes dirigen la ciudad y los que aspiran a dirigirla, deben ver que por encima de todos esos intereses -por legítimos que sean- están los de la comunidad. Y como toda iniciativa debe tener una fuerte dosis de ‘acabativa’, la herramienta es un Plan Parcial para la Base Naval.

augustom90@hotmail.com

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