Columna


Primavera cartagenera II

AUGUSTO MARTÍNEZ MARTÍNEZ

28 de mayo de 2015 12:00 AM

“Definido el PEMP, adiós al gran parque”, el oportuno y pertinente editorial de El Universal del 26 de marzo, obliga a repasar todo lo que está pasando y todo lo que se ha dicho sobre el debatido tema del traslado de la Base Naval y el futuro del valioso predio que ella ocupa.

Celebrábamos recientemente en una columna “La primavera cartagenera”, la erguida reacción de muchos sectores de la ciudad ante la amenaza que se cernía al justificar la financiación de dicho traslado con la venta de ese predio.
Decíamos que el Gobierno Nacional puede conceptuar sobre la elaboración del PEMP pero no puede hacerlo motivado por coyunturas y menos a su favor, eso  sería legislar en causa propia. El PEMP lo construye la ciudad entre la Alcaldía y todas sus fuerzas sociales.

La unión de voluntades en defensa del patrimonio y de la península de BOCALA, la lidera entre otros Camacol, el gremio de los constructores en contra de sus propios intereses.

En cambio para que se cambie el POT y a riesgo tugurizar ese predio, lo está liderando a nombre del Estado la Empresa de Renovación Urbana Virgilio Barco Vargas, la que lidera lo que se va a hacer con el CAN en Bogotá, además de otros predios en esa misma ciudad. Mucho va de Cundinamarca a Dinamarca. No es lo mismo el predio de la Base Naval, entre el más grande Patrimonio Monumental del país y la ya saturada BOCALA , que esa cantidad de hectáreas en la amplia Sabana de Bogotá.

Decíamos en la citada columna “A propósito, Doctor Dionisio Vélez Trujillo, usted es el único Alcalde de Cartagena y como ya se vislumbra, toda la ciudad lo respalda para hacer respetar los deseos legítimos de sus habitantes.” Recuerde, la historia lo juzgará.

Hoy todos le decimos de manera respetuosa pero enérgica la Ministra de Cultura, al nuevo Ministro de Defensa, al Vicepresidente y al señor presidente, por favor, no le agreguen a esta ciudad un nuevo problema.

Reiteramos lo que advertíamos en aquella columna, que ante una ola de nuevas moles residenciales en ese sensible espacio, colapsaría la movilidad del sector causando un tsunami social y económico de vastas proporciones.

Porque ahí no solo viven cientos de familias de estratos altos, sino que de lo que allí pasa con el comercio y el turismo, dependen miles de familias de los estratos bajos y medios de ciudad.
Somos partidarios del traslado de la Base, pero el Estado debe hacerlo y financiarlo como lo hizo con la construcción de Bahía Málaga, no a costa de nuestra ciudad.

augustom90@hotmail.com

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