No salimos del asombro cada vez que hay casos y que nos ponen a pensar sobre la forma como se llevan a cabo actividades en el Distrito, particularmente las que tienen que ver con la contratación de obras.
Empecemos por analizar el caso de la financiación de la solución de Playetas, en la cual el gobernador, en un gesto de solidaridad con Cartagena, hizo un aporte monetario para adelantar la primera etapa de dicha solución. ¿Por qué el mandatario departamental tuvo que amenazar con destinar esos recursos en obras de su jurisdicción para que el alcalde le diera trámite al convenio?
Causa extrañeza que, firmado el convenio con la Gobernación, aparecieran fondos para dos licitaciones: una por veinte mil millones para pavimentar vías y otra por quince mil millones para dragar los cuerpos de agua. ¿Será que estas obras son prioritarias ante un posible desastre ecológico en Playetas? ¿Quiénes son los encargados de planificar las obras en el Distrito? No quiere decir que las mencionadas obras no tengan importancia, pero la duda queda.
Respecto de la primera se abrió un proceso licitatorio, el cual ha sido cuestionado, por considerar que hay pliegos direccionados los cuales no se ajustan a los pliegos únicos adoptados por el Invías, aceptados por la Alcaldía cuando se firmó el pacto de transparencia. Tuve la oportunidad de leer las glosas presentadas por una de las empresas cartageneras, de talla nacional, contratistas de mucha experiencia en vías y que no pueden participar por el sesgo en los pliegos de condiciones.
En cuanto a la segunda, además de que solo clasifica una firma, hay que averiguar si para ejecutar una obra de tanto impacto, como lo es el dragado de caños y lagos, se ha hecho un análisis, a fondo, de las implicaciones ambientales y de todo tipo que esta obra conlleva.
Yo pregunto: ¿se hizo una batimetría, inicial, detallada de las zonas a dragar, para determinar los metros cúbicos de sedimento a remover y así poder saber el costo real de la obra? ¿Se tuvo en cuenta el impacto que esto puede causar en la salud de los asentamientos humanos de los alrededores, sabiendo que el material a remover contiene sedimentos altamente contaminados? ¿Cuál será el manejo y disposición final de estos sedimentos teniendo en cuenta el peligro que representan? ¿Se han estudiado las afectaciones estructurales de las vías y edificaciones aledañas, ya que al ser removido dicho material, se producirá una desestabilización de los suelos? ¿Se trazó un plan de contingencia para enfrentar una emergencia sanitaria?
Alertamos a las JAC, JAL y asociaciones de vecinos para que soliciten una socialización bien detallada de las obras.
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