Sí, audaces, creativas y de gran impacto, deben ser las propuestas que presenten quieres aspiran a gobernar los departamentos y los municipios en los próximos cuatro años.
Este es un país lleno de necesidades que desea abrirse camino dentro de un marco serio y seguro para acabar el sufrimiento, para derrotar la frustración y para alcanzar bases sólidas que le permitan mejorar la calidad e vida de sus habitantes.
No basta un candidatura para satisfacer una vanidad personal, ni un apetito clientelista de un partido o movimiento político, sino que una aspiración debe estar rodeada de un contenido cierto y tangible de lo que puede ser un instrumento de transformación social, con honestidad, con empuje, con conocimiento, con sentimiento de lucha para alcanzar grandes ideales.
Un buen gobernante representa mucho para una sociedad y para su futuro, para sus expectativas de crecimiento, para su seguridad colectiva. Uno malo, significa atraso, frustración, aplazamiento en las soluciones a las grandes necesidades y un sentimiento de derrota colectiva que termina aplastando al ciudadano.
Quien aspira a ser líder de una causa, debe estar rodeado de conocimiento, de criterio y de un enorme deseo por alcanzar metas ambiciosas en donde no se le tenga miedo a emprender grandes caminos, a diseñar propuestas fuera de lo común, a construir escenarios de transformación, en donde la comunidad se sienta identificada, interpretada y motivada para grandes cambios.
Cuando un líder logra impactar con su capacidad creativa y a ella le suma su compromiso por sacar adelante las grandes propuestas, estamos frente a un escenario optimista, con el ingrediente de la emoción y con la esperanza de la transformación.
Quien no tenga esas capacidades no puede aspirar a representar a una comunidad, ni a conducirla hacia el futuro, porque su camino será lánguido, opaco, incierto, despojado de la acción y carente de la evolución, en donde la esperanza de alcanzar mejores días será un engaño que acrecentará la frustración colectiva ante el cúmulo de necesidades y ante el dolor de su mayor impacto.
Que este escenario que se aproxima ojalá sea el de la inteligencia, el del deseo de hacer cosas verdaderamente grandes y el de derrotar la apatía al igual que la desesperanza de los más débiles.
edgo01@hotmail.com
Comentarios ()