La marcha que se lleva a cabo hoy en Cartagena contra el abuso y la explotación sexual de niños y niñas así como de adolescentes merece todo el apoyo de la ciudadanía. Las autoridades de Colombia están llamadas a responder por la decidía en que han tenido para con la población infantil a través de los años que ha sido vilmente masacrada.A los niños los masacran los enfermos violadores; el silencio punible de la sociedad que apenas empieza a entreabrir lo ojos dándose cuenta de la importancia de ellos; los masacra la corrupción que impunemente les arrebata el presupuesto de su futuro; los masacran la laxitud de la leyes que rayan en los linderos de la impunidad; los masacra la ignorancia de los padres y la complicidad de la sociedad.
Si asesinan a un norteamericano en el territorio colombiano, -lo que es un hecho totalmente rechazable- pero ello mueve cielo y tierra en un tiempo sorprendente los supuestos responsables estarán ante la justicia, pero no ocurre eso cuando un niño colombiano es el violentado; allí priman los tramites y comienza el recorrido de la impunidad.
¿La guerrilla cuántos niños ha masacrado en Colombia?, ¿cuántos tiene reclutados hoy día en sus filas? Esa debió ser la primera condición sine qua non para sentarse a dialogar, es decir, el exigirle a los criminales que realizaran un censo de los niños que tienen en sus filas, secuestrándoles su niñez y una vez con ese censo –previamente verificado internacionalmente- los retornaran inmediatamente a sus hogares.
Brindo mi humilde apoyo a la marcha que debería ser multitudinaria y hasta se debe declarar día cívico referente a que pudieran asistir todos los trabajadores de los sectores público y privado, pero tratándose de un acto de los niños quizás a un no tenemos la madurez suficiente para comprender la magnitud de lo que sucede con el semillero de la sociedad, para después lamentarnos eternamente como estamos acostumbrados en este país.
A los niños le violan su cuerpo y sus derechos en todas las instancias; la palabra respeto no es la que predomina en el trato a ellos, y es eso algo de lo que debemos aprender y enseñarles, en el caso particular del cuerpo, que su cuerpo se respeta y doctrinarlos sobre este respeto que merecen de todos. Los violadores jamás se presentan como tal, por el contrario son personas cercanas a la familias, incluso familiares, por eso ensenar a los niños el respeto a su cuerpo es fundamental, porque dicen los estudiosos que a lo que más le teme un abusador es a un niño preparado consecuentemente en el tema. La prevención es la mejor herramienta de proteger a nuestros niños en el caso específico de los abusadores.
Muchas veces nos afanamos por las estadísticas y los números en general y el error es convertir el abuso contra los niños y adolescentes en unas solas cifras. Lo importante, lo más importante es la actitud de nosotros hacia el problema, ese es el verdadero problema que la sociedad se ha negado a proteger a los niños, porque estamos inmersos en otro tipo de situaciones que jamás comprenderemos que lo que hoy es complejo, comenzó como algo a lo que no se le dio importancia en la niñez
Coletilla: El alcalde de Cartagena, Dionisio Vélez, según reportan los medios entregará el Dadis a un compromiso político con Alex Char. Quien en verdad va a trabajar por una ciudad no se presta a componendas, pero también es cierto que no llega al poder, y el que llega y cumple- por encima de la ciudad- a los arreglos politiqueros muestra su propia escasez. Lastimosamente prima la doble moral y está debidamente institucionalizado.
(Médico y analista político)
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