Se ha hecho justicia, y el parque de La Troncal volverá a serlo. La Superintendencia de Notariado y Registro (SNR) determinó que el lote pertenece a la comunidad que lo ha usufructuado desde 1982; y ordenó que se registre bajo la matricula inmobiliaria No. 060-34231. No obstante, la decisión deja damnificados que actuaron de buena fe, ceñidos a la Ley; y provocará demandas.
Como se recuerda, el lote-parque fue embargado y rematado por un banco acreedor de un constructor. Un ciudadano español lo adquirió pagando por él 75 millones de pesos, y exigirá que se le devuelva su dinero. El banco tendrá que hacerlo de buena fe, o bajo la acción legal, pero este a su vez, estaría con todo derecho, a arremeterla legalmente contra quien modificó la propiedad del lote; es decir, contra la Oficina de Notariado y Registro; es decir, la nación; es decir, los contribuyentes.
Por lo visto también sucederá con lo que se especula que se hará, con el edificio en cercanías del Castillo de San Felipe de Barajas. Allí, ya hay mucho dinero invertido, y expectativas de un lucrativo negocio, que, al ser frustrado, terminará en demandas de los damnificados contra el Estado. Se comenta con justificados argumentos, que las demandas en su contra, las pierde siempre el Estado, y las ganan los actores (jueces y abogados contrarios) después de asegurarse que la suma haya crecido lo suficiente con el paso de tiempo. Así que las demandas contra el Estado las pagamos nosotros.
Una reflexión: este tipo de construcción (alta densificación en barrios abandonados del progreso, Torices es uno de ellos) son una inteligente solución para abaratar los costos, y los precios, de manera que puedan ser financiados por el programa de Vivienda de interés Social (VIS). En esos barrios no es factible construir apartamentos costosos para personas con altos ingresos (no hay demanda), de manera que la construcción de VIS densificada, puede ser la solución para mejorar las condiciones de vida en ellos.
Este rollo, me ha permitido visualizar -cosa que antes no podía- cómo se podrían recuperar muchos barrios abandonados del progreso. Imaginémonos la Vía Perimetral de la Ciénaga de la Virgen, en Olaya Herrera, por ejemplo, construida con edificios VIS. El Estado nunca podría hacerlo mejor, pero sí cumplir su tarea de promotor.
Mi sugerencia es que cuiden mucho de no proceder de manera que se desestimule esta iniciativa del sector empresarial, por un lado; y por el otro, que se le quite discrecionalidad a los curadores, con normas precisas, matemáticas, al momento de construir en cercanía a los monumentos patrimonios de la humanidad.
Igual que en Chambacú, lateral al fuerte El Pastelillo, en Manga (antigua electrificadora), hay un lote que pide a gritos qué hacer en ellos; para lo cual hay que contar con la iniciativa privada, única garantía de sustentabilidad.
movilyances@gmail.com
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