Columna


Rajados en inglés

ROBERTO FORTICH MESA

06 de septiembre de 2013 12:00 AM

El sistema educativo de Colombia se raja al evaluar la enseñanza del inglés. Pese a que es el idioma en que se comunica cerca de una cuarta parte de la población mundial, nuestro país lo enseña en forma deficiente. Si saber inglés es uno de los signos de una buena educación, entonces Colombia queda mal parada.

El inglés y la globalización se difunden por todo el mundo a la velocidad de su principal vehículo, el internet. Es la tendencia que hace cada día más indispensable la lengua de Shakespeare para los negocios y las ciencias. El inglés es la lingua franca del mundo, el idioma universal.  

Según el libro “Basta de historias”, del periodista argentino Andrés Oppenheimer, la decisión política de imponer la educación obligatoria de inglés como segundo idioma es una de las claves del éxito económico de Singapur y China. En la India fueron más allá y el inglés lo enseñan como primera lengua de forma paralela al lenguaje de cada región del país. Oppenheimer, por el contrario, crítica la actitud pasiva de América Latina en la enseñanza del inglés.

Hasta ahora, los estudiantes colombianos que terminan educación superior con fluidez en el inglés lo logran porque han tenido el privilegio de estudiar en colegios privados de calendario B, o porque estudiaron de forma independiente en escuelas especializadas o por medio de viajes de inmersión en el exterior. Son la excepción a la regla.

Para el resto de estudiantes, hasta hace poco no se sabía con exactitud qué pasaba. Se creía que tenían algún nivel de inglés y que los esfuerzos de iniciativas públicas como el Programa Nacional de Bilingüismo tenía algún progreso, pero la realidad es distinta. En un estudio sobre el bilingüismo en Colombia, de Andrés Sánchez, del Centro de Estudios

Económicos Regionales del Banco de la República, en Cartagena, se diagnostica el bilingüismo de estudiantes y profesores colombianos (www.banrep.gov.co/es/dtser-191).

Para evaluar el inglés en Colombia, Sánchez usa el Marco Común Europeo de Referencia para Lenguas (MCERL), una medida internacional de comprensión y expresión orales y escritas. Los resultados son desalentadores: apenas el 1% de nuestros estudiantes de todos los niveles dominan con fluidez el inglés.

Otro preocupante resultado del estudio es que el 57% de los bachilleres colombianos no llegan ni siquiera a la peor de las categorías del MCERL. Además, este indicador no mejora desde 2007, año en que por vez primera se midieron estos resultados. La recomendación del estudio no puede ser más acertada: el país debe focalizarse en mejorar la cantidad y calidad de los docentes de inglés.

*Profesor de la Facultad de Economía y Negocios, UTB 

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