Columna


Reconciliación

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

28 de junio de 2014 12:02 AM

Las necesidades se han crecido a través de los tiempos. Perviven sentidas angustias en salud, educación y techo, pero las demenciales fuerzas del crimen han propulsado como necesidad fundamental la seguridad.

El héroe constituyó el ideal humano en los períodos arcaicos de los pueblos. La Roma republicana prefirió al cives romano. El cristianismo medieval ve realizado el ideal de perfección en el santo.

A los dioses se encomendaba la solución de los problemas. Después esa demanda se le formulaba a los gobernantes. Unos y otros han sido sordos a  esperanzadas súplicas.

Las necesidades se han crecido a través de los tiempos. Perviven sentidas angustias en salud, educación y techo, pero las demenciales fuerzas del crimen han propulsado como necesidad fundamental la seguridad. Garantizar a los ciudadanos vida, honra y bienes cada día compromete más la presencia y los recursos del Estado.

La salud y la educación son desdeñadas. Construir muchísimas viviendas ha producido, además de votos, bienestar y empleo no calificado. Las tesis y programas para dirigir el Estado oscilan en cuatro o cinco temas esenciales. Se hace énfasis en unos más que en otros. Nos quejamos de la falta de imaginación, de la mezquindad de las propuestas, de ausencia de lo social, pero las emergencias sepultan ideales y programas.

Los griegos, inventores de la democracia, no creían en el progreso. El cambio les parecía una imperfección: el ser, la realidad suprema, es siempre idéntico a sí mismo. Cuando el ser cambia, lo hace bajo el modo armónico de la repetición, esto es, de la vuelta a sí mismo: eterno ritmo del combate que se resuelve en abrazo, de la separación que termina en unión para ser de nuevo separación, y así, sucesivamente, para siempre.

El  horror al cambio y al movimiento llevó a Platón y a Aristóteles a venerar el círculo como imagen de eternidad. ¿Cómo adaptar la democracia, que supone una sociedad estática o dotada de movimiento circular, a las sociedades modernas adoradoras del cambio?

Anuncios, reformas y embelecos. Cada tanto tiempo reaparecen trasnochadas pero inteligentes tesis cepalinas. Sin duda se incrementa el empleo, pero criticamos el manejo de regalar viviendas a la torera. 

El  ideal se transforma con el paso de los tiempos. El héroe constituyó el ideal humano en los períodos arcaicos de los pueblos. La Roma republicana prefirió al cives romano. El cristianismo medieval ve realizado el ideal de perfección en el santo. Pero ya en el Renacimiento se sustituye a éste por el humanista. La civilización actual, por su parte, admira al científico y al tecnócrata. Pero ahora que todo es fútbol y el más fraternal sentimiento patrio está en su clímax, no es difícil aspirar a una reconciliación de los colombianos.

El presidente tiene que gobernar para todos. Estamos seguros de que tratará de reconciliar al 50,5 % con el 46.% de los colombianos. Si ha sido tolerante al  extremo cuando concilia con 7.000 insurgentes, siete millones de gentes que piensan diferente no pueden ser sus enemigos.

Si la pugnacidad genera dificultades el unanimismo suele traer peligros. Las críticas son saludables y necesarias.


abeltranpareja@gmail.com
 

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