Columna


Recordando a Óscar Collazos

SARA MARCELA BOZZI ANDERSON

15 de septiembre de 2015 12:00 AM

Parece mentira que un colegio de secundaria, el Soledad Acosta de Samper, organizara el homenaje más puro en honor del escritor y periodista Óscar Collazos. Las estudiantes mostraron su planificación y mística para hacer sublime el evento y al tiempo, sobrio.

¿Cómo conocí a Óscar? Corrían los últimos años de esperanza en la década del 70 en Bogotá. En Editorial Pluma –una editorial rebelde- tomamos tinto en la cocina para hablar de su primer libro de ficción: “Disociaciones y despojos”.

Nos reencontramos en Cartagena, él como escritor en El Tiempo (recordar la Bella y la Bestia, donde rindió tributo a Claudia Fadul Rosas), y como columnista de nuestro periódico El Universal, bajo el sugestivo nombre de Sal y Pimienta.

Coincidimos en múltiples eventos culturales, junto a Ximena, quien lo convirtió en tierno y amable. Pero a terrible enfermedad (Esclerosis Lateral Amiotrófica) se lo llevó este año.

Mi último vínculo profesional con él fue la conferencia “El periodismo, las golondrinas y el verano”, acerca de cómo asume el periodismo la ética en una sociedad criminalizada, en medio del Estado “corrupto y una clase política complaciente con el crimen.”

Forjó la Escuela de Verano en la UTB y atrajo a numerosos estudiantes del mundo. Ganó el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar (Mejor columna de opinión).
Las palabras de este escritor –dice Alfonso Carvajal-, enaltecen la amistad, esa cosa vaporosa y duradera, esa línea sutil que nos da la última posibilidad de la esperanza.

El escritor que partió dejándonos una estela refrescante le dijo al periodista Alfonso Carvajal, de El Tiempo, palabras luminosas que nos llenan de fe: “Una de las cosas más gratificantes que uno encuentra a cierta altura de la vida es el hecho comprobado de no tener enemigos, que si creyó haberlos tenido no fue más que un malentendido.”

Cuánta alegría de las alumnas del Soledad Acosta, que escucharon un poema de Rafael Vergara N., conferencista del evento, quien concluyó: “Ahora ya sé qué es en realidad sentir, ratifiqué que el amor es sentimiento total. Se quiere o no se quiere, y si quieres, como el aire que respiras necesitas al otro y eso es lo importante.”

¡Bravo por el director del colegio, sus profesores, sus alumnos y personal administrativo que programaron al final una interpretación del saxo que todos amamos: “A mi manera!”

*Directora Unicarta
 

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