Sinceramente lamento la lectura que de mi columna “El engaño populista” hizo el señor Luis Salazar. Su airada e irrespetuosa reacción en el Buzón, me muestran que se sintió aludido y ofendido -sin que fuera mi intención hacerlo- al mencionar yo, opiniones que comparto, expresadas en “El engaño populista”, libro escrito recientemente por Axel Kaiser y Gloria Álvarez. Le invito a leer nuevamente la columna sin apasionamiento ideológicos, y el libro que me la inspiró.
Para su información, soy sensible a las expresiones artísticas -todas, siempre que no se recurra al mal gusto y la vulgaridad- sin ningún tipo de rechazo o discriminación. El valor artístico está intrínseco en la obra, provenga de dónde, o de quién provenga. Y el artista es en mi opinión, un virtuoso privilegiado, y un valioso elemento de la sociedad, independiente de su condición étnica, económica o social.
Puedo escuchar y disfrutar, por citar un ejemplo, tanto la música clásica, como la electrónica, la champeta, la salsa, el vallenato; contemplar por horas un paisaje, o un abstracto; leer y releer un buen libro; ver varias veces una película y recomendarla; en fin, todo tipo de expresión artística que tenga la capacidad de transmitir sentimientos y emociones. El buen gusto, y el placer de presenciar arte, lo he inculcado en mis hijos como un valor humano, de manera que no tengo nada en contra de Uds. los artistas. Al contrario, cuentan con mi admiración.
Lo que mencioné en la columna, y que desafortunadamente el señor Luis no entendió, fue que del Foro de Sao Paulo salió -como se menciona en el libro- una directriz que invita a cambiar la ideología, no mediante la fuerza o la imposición desde el poder, sino a través del lenguaje y la cultura; y qué pena, es lo que estamos viviendo en el discurso y las formas de la guerrilla en esta nueva etapa de su lucha por tomarse el poder. No hay juicios de valores de mi parte, tan sólo muestro elementos, para muchos desconocidos, que nos permitan entender el momento actual.
Respecto a la formación política de nuestras universidades públicas, nadie lo puede negar: yo provengo de la Universidad de Antioquia, en momentos que se luchaba por la autonomía económica y académica. Que yo no sea de izquierda, que lo fui en mi juventud y la gran mayoría de los egresados lo son, es consecuencia de mi evolución y maduración personal; además por no ser político: nunca he pretendido vivir de las ilusiones y esperanzas de los más desfavorecidos, sino más bien, ser útil para ellos.
Creo en la democracia y en la economía de mercado, no en el comunismo; y mientras pueda hacerlo, estaré defendiendo mis ideas. Finalmente estoy igual que usted Luis, en contra de todo acto de corrupción económica o política, que se está viviendo; y contra todo tipo de deshonestidad, incluyamos la hipocresía y la deshonestidad intelectual, que se está viviendo.
*Ing. Electrónico. MBA.
movilyances@gmail.com
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