Las Fiestas de la Independencia tienen sobrados méritos para ser reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. Su inclusión en la Lista Representativa y la elaboración del Plan Especial de Salvaguardia son una oportunidad para potenciar su riqueza y superar sus obstáculos.
Hace 11 años los cartageneros empezaron a construir acuerdos sobre cómo quieren sus Fiestas de Independencia, y de lo que no es deseable para la máxima celebración popular de la ciudad.
Este proceso, la Revitalización, partió de investigaciones y reflexiones previas, de la llama festiva que mantuvo viva el Cabildo de Getsemaní, y se regó en barrios como Las Gaviotas, San Diego y Torices.
Como todo proceso, deja logros y lecciones. Entre los primeros está recuperar el nombre Fiestas de Independencia para la conmemoración, y del 11 de noviembre como su eje.
Son algunos avances el liderazgo del sector educativo, los componentes académico y de reflexión, la resignificación de preludios como espacios de convivencia, la dignificación de actores festivos, la presencia y reivindicación de lo popular, y la creación de la figura de los Lanceros como autoridades festivas.
Se trabaja por reorientar el Reinado de Independencia hacia un liderazgo comunitario, en crear y posicionar eventos como el Jolgorio de Tambores y Cantadoras, la Marcha de la Diversidad Sexual, fortalecer Cabildos y Carnavales, y una agenda de Fiestas concertada por mencionar algunos.
En la celebración del Bicentenario de la Independencia se alcanzó el punto más alto, pero desde entonces empezó un retroceso que se profundizó.
Esto se ha visto en las presentes fiestas. Alcaldía e IPCC ignoraron la opinión de los actores festivos e impusieron una programación sin contenidos académicos, sin incluir a cabildos y carnavales, y manejada por un ente sin experiencia.
Lo más grave: se eliminó en 2013 el desfile de la Independencia del 11 de noviembre, que nació en 2003 del deseo de actores sociales y festivos de mostrar la riqueza musical, creativa y popular, que en el desfile de carrozas ha estado reducida a un adorno colorido de las reinas nacionales.
El pasado 11 se formalizó ante Mincultura el acuerdo de voluntades para lograr reconocer las Fiestas como Patrimonio, iniciativa apoyada por actores festivos y sociales, y por entidades como el Observatorio del Caribe, la Corporación de Turismo Cartagena, Fenalco, Sociedad Portuaria, el L+iD de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Corporación Cabildo, entre otras.
Ojalá la Alcaldía y el IPCC, en vez de distanciarse del proceso, recapaciten y asuman el liderazgo por unas mejores fiestas.
* Investigadora del L+iD.
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