Los colombianos podemos darnos por satisfechos, hoy el Tour ya tiene ocho etapas y no hemos perdido mucho tiempo, con relación a otros años. Incluso, Rigoberto Urán es séptimo, con 36 segundos por detrás del líder Chris Froome.
Pero todos sabemos que Urán es de media montaña y no estará de bailarín en la rampa cuando se inicie la gran montaña.
Este Tour está más equilibrado que los dos anteriores y eso le conviene enormemente a Nairo Quintana cuando se decida en pleno ascenso a atacar, porque quizás, Froome, Nibali y Contador se mirarán los unos a otros y ahí cogerá más vuelo el nuestro.
Recordemos, en el 2013, en la primera presentación en sociedad de Nairo, solo estaba Froome, porque Contador flaqueó y Nairo le dio sopa y seco con dos títulos, más joven y montaña y el subtítulo general.
En el 2014, sin Froome, Contador ni Nairo, Nibali se dio un banquete. Ganó por amplio margen sin rivales.
Por eso, digo que este Tour 2015 estará más sabroso cuando comience la montaña. Hay una etapa que Nairo deberá enfrentarla con el equipo Movistar a tope. Me refiero a la contrarreloj de mañana, de 28 kms. No es plana, tiene algunas rampas, pero Froome, Nibali y Contador tratarán de hacerle la boleta por siempre.
Si Nairo sale bien librado y llega con menos de tres minutos a la montaña el martes, otro gallo cantará.
Los colombianos estamos haciendo fuerza por la llegada esta semana venidera de los Pirineos primero y los Alpes después. Etapas en las que Quintana está llamado a ser protagonista porque es un eximio escalador.
El de Cómbita está vendado por las caídas, no le han tomado puntos de sutura, pero es un pollo de cría, con mentalidad positiva, que sabe que es el líder del equipo y por tanto saldrá, en lo suyo, la montaña a darlo todo. Quiero soñar, el 26 de julio Nairo estará vestido de amarillo.
Comentarios ()