El 26 de septiembre de 2016 es parte de la historia de nuestro país en el siglo XXI, con la firma de acuerdo de paz, en nuestra histórica Cartagena de Indias, para construir una bienvenida a la democracia. El acontecimiento reunió actores muy importantes nacionales e internacionales, en una nación que por más de 200 años ha estado marcado por usar la violencia con fines políticos.
El plebiscito del 2 de octubre 2016 es una cita para un contundente mandato del pueblo contra los violentos y los señores que viven de la guerra, fanatizados por el odio, y la sed de venganza como medios de seguir en poder. La oposición al proceso de paz es una opción legítima en cualquier democracia, pero es guerra sucia cuando sus argumentos se basan en mentiras e imaginarios, que les permitirá conservar los privilegios en medio de la peor impunidad.
La tarea de todos los colombianos de bien es dejar atrás la soberbia, el odio, el oportunismo, la estigmatización, desarmar los corazones y los espíritus en la forma de hacer política, con ética, moral, perdón y reconciliación. El Sí a los acuerdos dará paso a construir una paz estable y duradera, para salvar vidas y detener el desangre del país, para que no sigan matando y desplazando a los que soñamos una sociedad más justa.
Seguir en la tarea de saber persuadir a los jóvenes, a los incrédulos y a los históricos abstencionistas, porque el voto por el Sí nos pertenece a todos y a todas, convirtiéndose en una victoria ciudadana. Esta paz es un proyecto de país, que implica cambios en profundidad del accionar en la política nacional, regional y local, que incluyen buscar acuerdos de paz seria y sostenible con el Eln, paramilitares, bacrim o clanes.
Que nuestras mujeres puedan seguir pariendo hijos e hijas para la paz y no para la guerra, dejarles un mejor país a todos los que vengan. No más marginalidad a los afros, LGTBI, indígenas y campesinos.
El objetivo del Sí al plebiscito es erradicar la violencia como herramienta política y buscar profundizar la democracia, para que sea el pueblo el verdadero dueño de la paz. Si se pudo con el diálogo del gobierno de JMSC negociar la violencia armada con las Farc, como también apostamos se logre con el Eln, como sociedad civil exhortamos a las partes a cumplir.
Decían nuestros abuelos, que primero se coge un embustero que un ladrón, por eso con pedagogía y acuerdos de la paz, este 2 octubre con un Sí contundente a la paz, sepultaremos los intereses particulares de expresidente, un pastor y un exprocurador, enemigos de la paz.
Este domingo 2 octubre vamos juntos a votar por el Sí a la paz, porque el pueblo es el dueño de su suerte y su futuro.
*CUT BOLÍVAR
COLUMNA SINDICAL
cutbolivar@gmail.com
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