Columna


Sindicalismo y paz

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

27 de marzo de 2015 12:00 AM

Las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC han reabierto la discusión acerca del tipo de justicia a implementar y cómo hacerlo para lograr la paz.

Las centrales obreras están participando activamente en el movimiento social por la paz, en la movilización y deliberación pública que conduzca a la refrendación de los acuerdos a que se lleguen para terminar el conflicto armado.

En las organizaciones de derechos humanos donde hacemos parte, hemos hecho propuestas donde se garantizan los derechos de las víctimas, sin que ello signifique necesariamente penas de prisión.

La decisión del actual Gobierno de negociar la paz con las guerrillas tiene como premisa su reconocimiento como insurgencia armada, sustentada en motivaciones sociales y políticas.

Este ha sido un debate hasta ahora en las elites y por ello se hace necesario y urgente, que este debate se dé en y con la sociedad, y que un actor tan importante como el sindicalismo colombiano construya una postura sobre la justicia en el marco del proceso de paz.

Nunca en nuestros hogares se han diseñado proyectos de vida diferentes al de educar a nuestros hijos para el trabajo y para la búsqueda de mejores tiempos, sin rencores y sin ambiciones distintas a las de un mejor mañana.

Ahora nos encontramos con la realidad de una mesa de diálogo, de una esperanza de paz y ya casi estamos construyendo en nuestras mentes los escenarios del postconflicto.

Por ello hemos decidido iniciar nuestra propia conversación sobre la paz, no en La Habana, sino en las aulas de nuestras sedes y de nuestras reflexiones, luego de más de 3 mil asesinados del movimiento sindical.

Las ilusiones construidas colectivamente con el propósito único de reparación, perdón y olvido, pero con memoria y sin repetición, y con justicia social para la reconciliación de una nueva sociedad sin odios, sin rencores, con equidad, con democracia real.

El perdón, la reparación, la no repetición, la memoria sin olvido y la reconciliación son elementos de una misma actitud humana, limpia y con sabor a futuro o mejor a presente de grandeza para la garantía del hogar planetario y social de nuestros hijos.

Todos los proyectos sociales y económicos tienen que incorporar actos colectivos que exorcicen el odio y recuperen la confianza, la credibilidad, apoyando todos y todas la jornada nacional del 9 abril de 2015 por la paz.

Superar el conflicto y la guerra nos acerca a la solución de unos pocos imposibles, porque lo importante de esta superación es no dejar de ser soñadores, sino constructores de mejores condiciones para la realización de una sociedad civil incluyente con ciudadanos sujetos de derechos y con justicia social. 


*CUT BOLÍVAR

cutbolivar@gmail.com

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