Columna


A sindicalistas y líderes

JULIO ENRIQUE CARRASCAL PUENTE

18 de marzo de 2017 12:00 AM

Con el inmenso cariño que siento por quienes se sacrifican seriamente y luchan por los mas débiles, especialmente los del movimiento sindical colombiano, de cuyas luchas e historias conocí desde muy niño, deseo expresarles opiniones sinceras, pero, contradictorias con lo que actualmente realizan.

Hoy no es la ciencia la que sirve de guía a las direcciones sindicales, sino la política y esta no es otra cosa que la mejor muestra de que surgimos del reino animal irracional. La política está en la conducta, el comportamiento, la sagacidad, el sigilo y todo aquello que realiza, para sobrevivir cualquier animal selvático. La política es tan solo un arte, que hoy somete a sus pies a las ciencias de todo tipo. El mundo está al borde de una catástrofe, precisamente por la política; esta establece hasta dónde un ser humano se acerca al animal feroz o al inocente y cauto.

No permitir que la política determinara las aspiraciones de los(as) trabajadores(as), sino, su perspectiva de bienestar y felicidad, originó la unidad alrededor de las que son grandes conquistas del movimiento sindical, independiente de los partidos políticos representados en sus afiliados (as) y dirigentes (as).
Si ustedes y todos (as) saben que la política tan solo es un arte, ¿como entonces su neo córtex cerebral se deja someter al criterio de que esta determine a las ciencias, incluidas las sociales, siendo la económica una de ellas?

La política es la que determina que la justicia no actúe. Por política existe impunidad. La política crea leyes no naturales, ni coincidentes con su evolución y mucho menos de la sociedad, sino, originadas en el cerebro humano y manipulado por intereses mezquinos paridos por el régimen capitalista.

En cambio la ciencia, especialmente la de las humanidades, es la que sustenta por ejemplo que la mujer debe tener un mínimo, por lo menos, de semanas de maternidad sostenible y sustentable, para que incluso, la especie se mantenga y progrese. Es la política y sus intereses la que dice no. La lucha para que la política se someta a la ciencia y sus pruebas es de vida o muerte para el ser humano y el planeta tierra. Por ello los gobiernos, en especial el norteamericano, la endiosan y gradúan dizque en ciencias políticas. ¿Cuánta ignominia, cuánta afrenta mas deshonrosa que esta?

La política por oposición a la ciencia, a la que también somete por fuerza y sin razón, ha martirizado a la humanidad con dos grandes guerras mundiales y mantiene al mundo en un caos, con conflictos y violencias por doquier. La movilización y lucha de los (as) trabajadores (as) alrededor de lo que la ciencia le ha dicho debe poseer para su bienestar y el desarrollo social, es la que hoy entrega pruebas de como países con reyes como mandatarios, son incluso, mas “democráticos” que los nuestros.

cjulioenrique@yahoo.com

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