"Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido”: Virgilio, poeta romano.
Traigo esta cita para expresar el gran agradecimiento que siento por la Universidad de Cartagena, de la cual egresé como Ingeniero Civil, hace ya casi cinco décadas y el gran sentimiento de solidaridad que siento en estos momentos con sus profesionales que han sido denigrados e irrespetados públicamente.
Asistí a la presentación del informe elaborado por la Universidad de Cartagena sobre el diagnóstico de vulnerabilidad sísmica y cumplimiento de normas urbanísticas de 16 edificios en diferentes barrios de la ciudad de Cartagena, duramente criticado, mostrando solo aspectos no fundamentales contrarios al estudio técnico y juicioso hecho por profesionales especializados y conocedores de las diferentes disciplinas involucradas: geotecnia y suelos, patología del hormigón, estructuras y otros.
Si algo me impresionó de todo el informe, sin demeritar las intervenciones de los demás profesionales, cada uno en su campo, fue la magistral presentación del ingeniero civil, Arnoldo Berrocal, MS en Estructuras, por el dominio absoluto del tema y la vehemencia con que defendió sus conceptos, debidamente sustentados en las más modernas teorías de análisis estructural.
No se puede desviar, alevosamente, lo sustancial del informe con afirmaciones tendenciosas que muestran un irrespeto total para con nuestra alma mater, eludiendo temas fundamentales como que de los 16 edificios estudiados, solo 2 tienen diseños estructurales elaborados por un ingeniero especialista, con base en los cuales se hizo el análisis correspondiente.
Si un diseño estructural para una edificación de determinado número de pisos se usa para construir una de el doble de la altura no es algo que merece una voz de alerta, entonces, ¿qué es lo verdaderamente importante?
Hay todo un cúmulo de irregularidades que hacen concluir que las edificaciones tienen riesgo de vulnerabilidad sísmica, como lo muestra el informe, en el cual, mediante exploraciones, ensayos y documentos, entre otras pruebas, se encontró lo siguiente: pilotes cuya longitud es menor de la especificada en el diseño, cimientos de menores dimensiones y desplantados a profundidades menores de las que recomienda el estudio de suelos, rellenos de cimentaciones con materiales de baja calidad, concretos que deberían ser de 4.000 y 5,000 psi resultan ser de 3.000 psi y menos, mal manejo de aguas subterráneas, aceros de refuerzo liso, tuberías que atraviesan cimientos y vigas de amarre, recubrimientos del acero muy por debajo de las normas y como si fuera poco, ningún edificio tiene una evidencia que permita pensar que hubo una interventoría que le hiciera un seguimiento a la construcción.
*Ingeniero Civil
ALFREDO PINEDA CORENA*
alfredopineda1@yahoo.com
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