Columna


Soy capaz

LIDIA CORCIONE CRESCINI

16 de septiembre de 2014 12:02 AM

La campaña promovida por el Gobierno nacional con el lema “Usted de qué es capaz”, nos hace pensar en hechos y no palabras, porque está demostrado que en este país somos capaces y muy hábiles con la palabra, pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Muchos de los que ocupan cargos públicos parecen cuenteros o culebreros y terminan haciendo todo lo contrario a lo que vociferaron en sus campañas. Por eso quiero nombrar a un hombre que ha sido capaz de transformar pensamientos comunitarios en donde la esperanza se combina con los resultados que día a día galopan de su mano y su espíritu, ese es el padre Rafael Castillo, que no sólo es sacerdote, teólogo y pensador, es uno de los grandes humanistas y sociólogos.

En su constante andar no predica, aplica, abriendo sus entrañas hacia la comunidad que encuentra en él a una persona que los lleva a la reconciliación, a la esperanza. Ahora, el padre Rafa es el Director ejecutivo del Programa de Desarrollo y Paz del Dique y Zona Costera, abogando por la verdadera paz: “Los que han hecho el daño deben reconocerlo y después resarcirlo; arrepentimiento sincero y compromiso de no volver a hacerlo y, la solidaridad”. Soy testigo de su labor hecha en los Montes de María, cuando un grupo de columnistas de El Universal fuimos invitados por él para compartirnos los avances de la zona; en nuestra correría pude entender su incansable labor y el respeto y admiración que le profesan por su constante empuje y transformación en la manera de ver y asumir la vida.

Personas vulnerables víctimas del flagelo de la violencia reconocen en su trabajo un alivio que los incita a no claudicar en ese laberinto. Hay que tener, dice Rafa, proyectos de desarrollo comunitario que generen empleo y dignidad y que se tengan claras “las reglas de juego”. En el hombre es importante como en la tierra misma, tener la cultura de preparar, sembrar, regar, abonar, vigilar, para finalmente ver los frutos.

Padre Rafa, preguntarte a ti de qué eres capaz, es hacerlo con la intención de que nos muestres la fórmula, no la de la plegaria, ni la de los ruegos incesantes, porque esa abunda en boca de muchos corazones sedientos, maltratados, despojados, vilipendiados, abusados, ignorados, cercenados: preguntarte a ti de qué eres capaz es reafirmarte y agradecerte porque lo haces sin trucos y solamente tu tenacidad, compromiso y responsabilidad moral, hacen de ti un verdadero misionero que nos guía hacía la búsqueda de lograr el bien común y que a eso le llamas paz. Tú de por si, Rafa, eres paz, porque te arropan la bondad y el amor.

*Directora PEN Cartagena

licorcione@gmail.com

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