Columna


¿Teóloga de alcurnia?

SARA MARCELA BOZZI ANDERSON

12 de marzo de 2013 12:00 AM

SARA MARCELA BOZZI ANDERSON

12 de marzo de 2013 12:00 AM

Múltiples reacciones entre los foristas de El Universal generó mi columna anterior sobre la crisis de la Iglesia Católica. Una cuestiona “mi legitimidad, ya que no soy teóloga, ni monja”. Soy una simple ciudadana que ve los fenómenos sociales con especial detenimiento, dada mi profesión de periodista y mi condición de doctora en Ciencias de la Información de una universidad española, con un título otorgado por el Rey Juan Carlos. (¡Y no es un chiste!).
En las reuniones sociales, los manuales de urbanidad nos aconsejan no hablar de “religión ni de política”, ya que pueden herir los sentimientos más profundos.
Pero los columnistas de opinión debemos ser, ante todo, sinceros, y no podemos evadir los grandes temas por miedo a lo que piensen los lectores. Nuestro trabajo consiste en sentar una posición con argumentos lógicos que nunca puede lograr el consenso en un mundo contradictorio como este.
Por respeto al forista que me tilda de “teóloga de vasta alcurnia”, deseo dejarles esta definición de una colega española sobre el sentido de la columna de opinión. Quienes estudiamos las ciencias sociales y humanas, y cualquier ciudadano, estamos autorizados para escribir sobre la actualidad. No sólo podemos hacerlo, sino debemos hacerlo, para contribuir a generar una reflexión profunda y sincera que nos conduzca a producir los cambios necesarios en una sociedad.
Dice la catedrática española Pastora Moreno que: “La elaboración de una columna debe regirse por el principio del contraste. Es necesario disponer de una documentación suficiente y de una experiencia profesional que avale la firmeza de las argumentaciones. (…;) El columnista ha de ser  perspicaz, buen observador, divertido, irónico, atributos que no impiden expresarse con autoridad, corrección, orden y seriedad. Gran parte de su éxito arranca de la sencillez de sus escritos accesibles para un gran número de lectores.”
Morán Torres plantea que las cualidades del buen columnista son: “El dominio de la pluma, la honestidad profesional, la valentía para explicar su opinión, el sentido de la responsabilidad y el amor a la verdad.”
El columnista debe elaborar sus temas a partir de la repercusión de una noticia de especial importancia, como la renuncia del papa. Aquellas informaciones sin interés no son objeto de debate. Los contenidos comentados por los columnistas deben ser llamativos, atractivos, conocidos.
Hay que recordar que la columna es ante todo un acto de creación y de opinión personal. No puede ser molde para que todo el mundo piense igualito, porque todos sentimos y expresamos según nuestras propias experiencias y los textos de opinión deben escaparse de las formas rígidas de ver la realidad.
Agradezco a quienes me leen y me escriben, porque contribuyen a armar el rompecabezas inconcluso de la historia. En cuanto al forista que me acusa de “teóloga de alcurnia”, quiero decirle que llevo 30 años de mi vida formando juventudes en las universidades públicas del país, contribuyendo a la superación de la pobreza y a la movilidad profesional de seres auténticos que han encontrado en un oficio digno, la fuente de su realización personal.

*Directora Unicarta

saramarcelabozzi@hotmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS